En cuanto dijo eso se lo tomo enserio. No es que no le hubiese creído antes pero sus palabras sonaban a desafío y él era el indicado para ello así que solo tenía que pensarlo con detenimiento. Que cosa era mejor... ¿Besarlo, morderlo? O ¿una cita o un vale en blanco?

Mientras intentaba pensar en su mayor apuesta le escucho de nuevo lo que lo descoloco un poco regresándolo a la realidad. Haría algo usando el ataque del menor, para que complicarse pensando si seguramente hiciera lo que hiciera las iba a conseguir. Ya se había vuelto la debilidad del ojiverde.

–Puedo imaginármelo perfectamente pero..aunque piense en mil cosas tu mismo me has dado la respuesta.– Aprovechando que Akihiko había cerrado los ojos simplemente acorto toda distancia posible para besar sus labios, mordiendo ligeramente su labio inferior.

–Haré una sesión privada para ti, una que no tenga nada que ver con las fotos que tengas hasta ahora. ¿Es un buen cambio?