–¡C-cállate!–
Le grito de repente y llevo sus manos al cuerpo ajeno, empujándolo suavemente para luego pararse y entrar al estudio y tomar su bajo. Antes de irse obviamente se despidió del menor y desapareció casi a la velocidad de la luz, después de todo no quería seguir teniendo en la cabeza las ideas que él le había metido y que esto se notara en su rostro y lo delatara.

Como siempre, alcanzo a retirar su mano luego de que este abriera los ojos, era extraño pero siempre tenía la suerte de su lado en momentos como ese, quizá por eso siempre se atrevía a hacerlo aunque sabía que eso no le hacía bien.

–Te estás disculpando, ¿por qué? Siempre irrumpes en mi casa cuando estás tomando. Al menos esta vez estás en tu sano juicio, no podría molestarme.–

Sonrío luego de ese comentario porque no podía evitarlo, estaba en su punto máximo de felicidad y eso solo por un pequeño detalle. ¿Cómo actuaría si realmente pudiera tocarlo con su consentimiento? Seguramente colapsaría antes de intentarlo.

Sus dedos jugaron entre sí con nerviosismo cuando no hubo respuesta entonces se preguntó si este se había quedado dormido, después de todo no era la primera vez que sucedía, parecía que el menor le tenía la suficiente confianza para dormirse a sus anchas a costas de Haruki.

Así que no debía sentirse culpable si disfrutaba de ese momento, ¿cierto? Era su culpa por verse tan indefenso y tan endemoniadamente lindo mientras dormía. Por ello que su primera reacción fue sacar su teléfono y levantarlo luego de poner la cámara en modo selfie y así tomar una foto de ambos para su gran colección.

Cuando estuvo conforme con un par de fotografías -quizá más de un par- algo más llamo su atención, era algo que siempre hacía Akihiko mientras dormía. Morderse los labios de forma tan adorable.

"Si toco solo un poco...¿qué tan suaves serán?"

Luego de pensarlo no le dio más vueltas y llevo uno de sus dedos a los labios del mejor, deslizando este desde el percing hasta la comisura.

[code]So feeling will be free again
The dreams will break the chains
Flying to the eternity[/code] ♪

La música estaba lo bastante fuerte como para que se pudiese escuchar a una pequeña distancia de ellos. Pero Aki no tenía ganas de hablar en lo absoluto porque podría cortar con la comodidad de tenerlo como almohada y por supuesto, cortar con el ritmo del que estaba muy concentrado.

Parece... PARECE dormido. Porque aún de ese modo movía sus labios como si lo estuviese. Hasta esbozar una sonrisa tras escuchar que en su ausencia había estado practicando. El suele decir que si no se practica con el tiempo se puede perder la habilidad. De igual forma estuvo practicando en solitario escuchando las viejas grabaciones del estudio.

De repente, elevó su cabeza como si le estuviese viendo pero sin aún abrir los ojos.

–Estás loco...–

Murmuro completamente avergonzado. Agradecía que el menor estuviera en esa posición porque podía sentir su cara arder al escuchar sus palabras, ni siquiera sabía que tenía un aroma particular, no usaba ninguna colonia, ¿sería el shampoo que usaba? Tampoco es que fuera una marca en particular, se maldijo por ello mismo porque la verdad es que no usaba un producto de lujo, solo compraba lo primero que veía al ir al mall. Las únicas veces que su cabello era atendido como era debido era cuando tenía que modelar para su amigo pero nada más. ¿Por qué se ponía a pensar en esas tonterías? ¿No debía aprovecharse de ese momento y tratar de guardarlo en su memoria para siempre?

–Admito que la música que escuchas...mientras estabas fuera escuche algunas canciones y puedo decir que comenzaron a gustarme, por eso que pude seguirte el ritmo antes, he estado practicando en tu ausencia.–

–En eso tienes razón, después de todo la prueba esta en que yo te seguí hace un rato.–

Estaba seguro de que Mafuyu no se opondría, después de todo estaba tomando los gustos musicales de cada uno y los estaba haciendo suyos, Uenoyama era otra cosa diferente, el seguro tendría algo que decir pero al saber que sería por el bien de la banda al final también terminaría aceptando.

–Entonces al final no tenías que mostrarnos nada, ya sabías la respuesta.– Dijo y lo miro de reojo justo cuando su cabeza se movió hacía él lo cual le sorprendió poniéndole nervioso nuevamente. Así que solo se quedo en silencio e inmóvil, ya que no iba a desaprovechar ese momento aunque fuese tratado como almohada.