**Tras escuchar toda la historia, tan sólo niega con la cabeza, con "decepción", para luego reír de manera estrepitosa.** Al contrario... eres perfecto para mí. Sin extrañas mañas que corregir. Y te adiestrare a mi modo. **Dicho aquello, lo jala del brazo, hacia la habitación asignada al muchacho, para luego arrojarlo sobre la cama, y cerrar.** Yo siempre comienzo con algo difícil de soportar. Para así no padezcas lo demás. Es el entrenamiento que tuve que pasar como asesino, y como paladín. En otros términos.