-Desde ya un tiempo que el pelirrojo estaba dudando por completo sobre muchas de las situaciones ocurridas en el castillo, así como también de sus sentimientos, todo a raíz de una charla con su otra mitad, aquel siervo del verdugo, a quien solo veía a escondidas muy de vez en cuando. Pese a toda su negatividad, trató de pasar ese día encerrado en la habitación asignada para su costura, pensando y haciendo alguno que otro traje para si mismo.-
-El simple hecho de escuchar ese grito por parte del verdugo asumió que no estaba de buen humor así como también tampoco le dio el aviso para pasar, por lo que sin siquiera poder hablar recurre a un método que solo Máxito en ese momento podría darse cuenta. Sus golpes en la puerta suenan de un modo extraño, con algunas pausas y rápidos en algunos casos pero no desisten en ningún momento. Por supuesto que del otro lado, el muchacho quien solo estaba en un rincón de la habitación revisando su celular ya que había sido golpeado y alejado del verdugo, notó esos extraños sonidos y rápidamente comenzó a anotar en el móvil aquello.- ¿SOS? ¿Uhm? Rey caído... ¿Eh? -Alza automáticamente la mirada mientras guarda de improvisto el celular y sin siquiera hacer preguntas se encamina hacia la puerta para abrir esta. No fue sorpresa para él encontrar al pelirrojo agitado y desesperado.- ¿Le pasó algo al Rey? ¿Donde está? [..]
