*Cuando el pelirrojo aparta su mano de aquella manera, rechazando su cariño, por un momento lo deja en completa sorpresa, así como permanece anonadado, por su repentino cambio de actitud.

Sin embargo, al escuchar aquella explicación, se da una idea de porque es así como se siente, y de que quiere decir con "verse morir" en distintas situaciones; aunque, por más que intente comprender que es aquello, simplemente, el cambio de actitud del muchacho, basta para que el esparvus se levante de su asiento y exclame, con total frialdad.* Creo que después de todo no tengo hambre...

*Mientras se dirige a la salida del comedor, antes de llegar a las puertas del mismo, exclama, dando la espalda al muchacho.* El comedor es todo tuyo en lo que termina la noche...

-Fue claro que aquellas palabras lo llenaron de total indignación, quizás porque no le explicó mucho más al respecto, pero el mero hecho de hacer mención a que "no correría peligro" fue el desencadenante para apartar su mano de un momento al otro, así como también ladeó la cabeza en un completo rechazo a esa muestra de cariño.-

No entiendes nada. No son solo pesadillas, me veo morir en las distintas dimensiones que existen en el multiverso, así como también veo a los que aún siguen vivos. Todos vemos nuestros últimos momentos y al final velamos por nuestra propia seguridad. Algunos no les he visto el rostro, pero... no podemos hacer nada para detener lo que pasa. -Musitó con completa molestia sin siquiera dirigirle la mirada al mayor.-

Comprendo... *Musita, con un gesto y tono ausente, en un inicio, como si estuviese sumergido en sus propias cavilaciones, después de escuchar tal respuesta.

Sin embargo, el miedo y la preocupación del pelirrojo, lo hacen volver en sí, para, inmediatamente tomar su mano con delicadeza, otorgando caricias a la misma, mientras lo mira a los ojos.* No temas a esos sueños ya... mientras yo esté en esté respirando, tienes mi palabra que no estarás ni cerca de algún peligro que te ponga en riesgo. No morirás, no importa lo que esos malditos sueños muestren.

*Tras decir aquello, se corta, debido a que, en ese momento llega a su mente un recuerdo, o, mejor dicho, una visión durante un sueño, la misma noche que el el Barón, a la mañana siguiente iría por él al Orfanato.*

-Cortó un nuevo trozo de carne, aunque ahora un poco más grande que el anterior, quizás así podría sentir con mas magnitud el sabor del mismo pero antes de llevarselo a la boca, esas palabras fueron el encadenante para que una incómoda y repentina angustia se manifestara de un momento a otro.

Dejó los cubiertos a un costado del plato y pensó si era ideal responder aquello, más porque no tenía idea como el mayor lo iba a procesar o si mismo iba a creerle.- Yo... me veo morir en distintas situaciones.

Mencionó algo curioso... *Musita, más para sí, que para el chico pelirrojo frente a él, para, después de unos minutos, también degustar de su carne.

Sin embargo, aquella duda no la dejaría pasar, no de inmediato, por lo que, igual tanteando el terreno, se toma el atrevimiento de parecer invasivo en el momento, con una inquisitiva que, desde hace tiempo lo mantiene completamente integrado.* ¿Qué es lo que ves en tus pesadillas?

-Para cuando este se separó recargó su espalda por completo en el respaldo, solo para enderezarse correctamente y así dar inicio con la comida. Tomó el tenedor, así como también el cuchillo para cortar un trozo de carne, aunque cuando pinchó este para ver que tan cocida estaba, su mirada nuevamente se posó en el mayor.-

No, nada. -Respondió sin más, no pretendía preguntar más allá por obvias razones, no debía interesarse en los siervos de otros, así que sin más degustó el sabor de la carne, aunque no muy convencido por el sabor y textura.-

No hay de que, Petirrojo.~ *Responde con cierto gusto, para apartar la mano del rostro del chico, en el cual aún seguía, y aspi beber un sorbo de la copa de vino; mientras comienza cortando su carne, con los cubiertos, para empezar a comer.* Por cierto... ¿has intercambiado palabras con el esparvus que sirve a mi hija, o él ha buscado intercambiarlas contigo?

*Desde la tarde temprana, aquella duda, por la mención del joven de cabello negro, sobre las pesadillas recurrentes de su Petirrojo, lo tiene carcomiendo sus pensamientos.*

-Asintió con la cabeza un momento aunque claro que luego de ver la copa de vino, frunció sutilmente la nariz con algo de asco, aún no se acostumbraba al sabor de eso pero no iba a rechazarlo.- Gracias...

Bueno. Lo encontraremos, así como encontré el mundo terrenal. *Expresa el esparvus, resuelto, para después añadir.* Comamos por ahora, y disfrutemos la noche.~ *Tras ello, de una jarra sirve en dos copas un poco de vino, para otorgar una al pelirrojo.*

Está ubicado en la Gran Nube de Magallanes, es una galaxia. -Iba a continuar con su explicación pero al escuchar aquello último, no entendía a lo que se refería, y no sabía si sería ideal preguntar al respecto, así que solo permaneció en silencio.-