— ¡S-Solo un poquito basta para que llegues a tener el v-verdadero gusto del conocimiento! ¡ Es infinito y b-basto como el universo mismo, m-misterioso y atrayente como un agujero negro, hermoso c-como un lirio cuando está amaneciendo, caótico y b-brillante como una estrella... (...)! — Siguió describiendo la magia por unos minutos con los ojos llenos de luminosidad.
— Uhm... -Intercala miradas entre ambos. Sabía algunos conjuros y sanaciones, los modos de algunos espíritus, sus ritos y viejas tradiciones perdidas en los bosquecillos. Pero la magia era basta ¡Caótica!- Poquito.
—Hahaha miralo, se preocupa y comienza a divagar en voz alta, es tan genial que no creo que represente problema alguno.— soltó al muchacho y fue con aquella para sobar su lomito y clamarla. —haha no pasa nada... todo saldrá bien.—
Se deja abrazar, pero sigue hablando como si nada hubiera pasado. — ¡Q-Que no estoy loco... O no sería tan s-sociable...! O tal vez si... ¡En fin ustedes se v-ven sujetos interesantes...! ¡P-Podríamos crear nuestro propio gremio, hacer b-bastante dinero, hacer experimentos, maniobrar magia desconocida, c-conocer otros seres, perfeccionar la alquimia... (...) !— Se echó un buen rato hablando.
—¡Hahaha! Hice volar la entrada...— comentó despreocupado mostrando solo sus palmas para ejemplificar su acto —¡Kaboom! hahaha... Es broma chico.— abrazó al muchacho sin respetar el espacio personal —Eres un chico interesante y muy animado a ello, parece que serás parte de la nueva generación de hechiceros... Espero que tu aseveración no sea solo algo por lo que debas presumir. Pues te puede costar muy caro. —
