Porque, después de todo, la propia Hanabi no deseaba separarse de Miruna en ningún instante. El recibir su apoyo es algo que fácil la entusiasma, incluso podría olvidar todo el dolor reciente tan solo ante la idea de conseguir lo que desea; si conseguía un buen final junto a ella, entonces estaría más que satisfecha. Asintió después.
━ ¡Sí! Con tu apoyo eso será muy sencillo de lograr, será pan comido.
Aunque, por más animada que fuera, es imposible no percibir tal actuar, y es por eso que ella, armada de valor, sostiene la mano adversa con las suyas, mostrando una sonrisa.
━ Te lo prometo, siempre volveré, no pienso dejarte sola.
Y ese era el punto, Miruna no quería nada más, menos si eso significaba un riesgo para Hanabi. A pesar de ese pensamiento, mantiene una mirada dulce sobre ella. Incluso si se negaba a admitirlo, Hanabi era una persona capaz de todo y podía alcanzar esa meta. Tenía que darle su apoyo, lo merecía.
— No vas a detenerte aunque te lo diga, ya sé, eres terca.~ Estoy segura que vas a lograr lo que buscas y después, estarás a salvo conmigo.
Observa las manos de ambas en ese agarre suave. Un suspiro casi imperceptible se le escapa.
— Tienes que regresar siempre, es lo único que pido...
Hubo un pequeño quejido en cuanto siente la fría crema ser puesta, pero eso solo hace que pueda reír con suavidad tan pronto acaba. No tenía excusas, además, era de gran importancia después de todo, si con eso puede garantizar un buen lugar para esa mujer.
━ Yo también, lo hago porque quiero, porque me preocupas, y es lo menos que puedo hacer por ti. ¡Quizá me vuelva famosa! Entonces seré yo quién pueda darte lo que quieras, Miruna.
La sonrisa perduró, mas al hablar es que sostuvo con cuidado la mano de aquella castaña. Estaba segura que conseguiría mucho, esta vez quería ser ella quien la cuidara y diera lo mejor.
Se sonrojó pronto le escucha, y más cuando detalla esa sonrisa. Hanabi podía ablandar su corazón sin mucho esfuerzo, pero Miruna sigue en esa postura preocupada mientas decide aplicar una crema con el índice sobre ese moretón que encontró.
— No tienes que agradecer nada, lo que hago es porque quiero, porque me importas... ¿De qué sirve todo ese esfuerzo si después no estás en una pieza para disfrutarlo? Hanabi...
La castaña resopla, pero luego le besa con cuidado en la mejilla. Le adora, de lo contrario sería más severa con sus palabras.
No imaginó que vería tan pronto la sonrisa en esa castaña, eso la hizo sentir mucho más aliviada. Cuando fue libre, ambas manos quedaron a cada costado suyo, negando con la cabeza.
━ En absoluto. Eso no está en mis planes, además... Volvió a mostrar una sonrisa, todo ese esfuerzo ahora tenía un motivo extra.
━ Esto logrará que podamos vivir sin ningún problema. Será mi agradecimiento por cuidarme tanto.
