ー Bien, entonces no queda de otra, los planes cambiaron señoritas, tendremos que irnos de este "paraíso tropical". ー
Murmuró decidida, no había vuelta de página, al final de todo, las cosas siempre pasaban por algo, ¿no es cierto?, era ahora o nunca. Se levantó, tomó sus cosas y sin mirar atrás, comenzó a caminar en dirección a la salida de la habitación que daba acceso a la terraza.
Con la llegada de Scarlet le fue imposible activar su habilidad pese a que su máxima intención era no aplicarlo en ellas pero, la energía de la rubia contraria era tan fuerte que era imposible ver por sobre sus emociones y allí, se activó por completo al notar en todas ese temor que existió justo cuando se percataron de la presencia de cámaras de seguridad. ¿Cómo es que ninguna se dio cuenta?, ¿qué más habrían hablado antes de la llegada de Lilith y qué más información se dio? Eran respuestas que desconocía. No habló ni dijó más de momento, estaba a la espera de que Scarlet se encargará y deseando internamente que nadie estuviera del otro lado de las cámaras.
-No hizo más que mover un par de dedos, y con eso utilizó la energía que emanaba aquel aparato electrónico, este hizo una pequeña explosión la cual no fue tan ruidosa por el tamaño del mismo, así mismo otras explosiones simultáneas en la habitación se dieron, tal vez estas estaban conectadas entre sí.-
Listo, aunque esto no asegura que no hayan escuchado la plática anterior. -Scarlet había llegado tarde a esa reunión por lo que no estaba segura que tanto se había hablado. Tal vez tendrían que hacer más movimientos para borrar la huella de aquella conversación.-
Giró la vista con cautela en dirección señalada por la rubia ¿Cómo diablos no se dieron cuenta?, estaba avergonzada de su descuido. Lanzó el cigarrillo entero al suelo pues sus ganas de él se habían ido por el caño, lo pisó, arrastrándolo por el suelo con la suela de su zapato, maldiciendo en su mente.
ー Witch, encárgate por favor. Creo que nos metimos en problemas.
Murmuró sin más, pensando en el siguiente paso, quizás la idea de una rebelión ahora debería ser materializada por su insensatez.
Casi el paraíso, ¿no? -Interrumpió al entrar a la habitación en la que sus compañeras estaba reunidas, “golpe de estado”, no pensó que Hannabeth lo tomaría tan en serio, era solo una idea que había llegado a la mente de la rubia por unos segundos la cual había compartido con ella.- Aunque el hacer une rebelión no suena tan mal.
-Se sentó sobre un sillón, no muy lejos del aquel grupo de mujeres, lo suficiente como para poder escucharlas, su mirada vagaba por la habitación en la cual estaban, asegurándose de que nadie más estuviera presente, hasta que se percató de las cámaras de seguridad, sin duda estas tendrían el sonido activado.-
... Chicas. -Solo dejó salir esa palabra, mientras su mirada no se aparataba de las cámaras, esperando que las demás entendieran el mensaje.-
Un suspiro inevitable escapó de entre sus labios cuando Lilith hizo eco del evidente descuido que cometió ella misma al reír de manera desubicada por el comentario de sus compañeras. "Bien snake, es tu culpa", pensó para sus adentros y antes de siquiera poder responder, prefirió darle prioridad a la cuestión que había lanzado Ángel.
ー Es sencillo, un golpe de estado.
Se acercó a sus cosas y de entre una pequeña bolsa carmín, sacó una cajetilla de cigarros y un encendedor, llevó la punta del tabaco hasta sus labios y lo encendió, reteniendo por breves instantes el humo antes de sacarlo, sin dejar de mirar ni por un instante a sus acompañantes.
[center]ー No les voy a negar que la estadía en la isla es. . .Placentera. Hace bastante tiempo que no me relajaba tanto, solo nos dedicábamos amatar, robar y mentir y aquí estamos vacacionando, pero seamos sinceras ¿Cuánto puede durar? [/center
Lilith se caracterizaba por ser la más alegre del grupo o al menos, así se mostraba al esconder el odio interno que sentía consigo misma por no ser "normal", como el resto de seres humanos que conocía. La rubia escuchó las voces de Hannabeth, Greta y Saiko provenientes de una distancia próxima a ella, por lo que en cuestión de segundos ya estaba llegando con esa enorme sonrisa en su rostro.
— ¡Momento! ¿Escuché a Hannabeth reír? —
Las miró a todas, guardando silencio apropiado e intentando prestar atención a las palabras que salían de la pelirroja, las cuales le provocaron que frunciera el entrecejo, otorgándole la razón.
— Sí y no, sí porque extraño mi libertad y no porque disfruto de la isla. ¿Qué idea? —
ー Bueno, al parecer Greta tiene algún complejo extraño que quiere superar con relleno artificial. (?) ー
Negó con la cabeza a la par en que aclaró su garganta, la cobra real no podía perder la compostura. Debido a la toxicidad de su sangre y su piel, la francesa casi nunca se mostraba tan ligera de ropas, pero ahora era la excepción pues jamás imaginó que podría encontrarse con dos de sus compañeras, así que permaneció a una distancia prudente de ellas con tal de mantenerlas a salvo. Las miró detenidamente y ladeó la cabeza.
ー ¿No están aburridas de estar encerradas en esta maldita isla? Desde nuestro reclutamiento no hemos recibido ni una orden interesante, parecemos ratas de laboratorio. Estuve hablando con Scarlet y. . .Bueno, ella sugirió una idea que no he podido sacar de mi cabeza.
Greta dejó escapar una risa burlona. Muy pocas veces bromeaba con sus compañeras, la mayoría de las veces se encontraba encerrada en su “celda”, esperando ser llamada nuevamente para alguna misión que implicara utilizar sus habilidades demoniacas. (?)
