Su mirada de disgusto ante la idea de los pensamientos de las demás personas pasó a ser una sonrisa después de escuchar las palabras de su hermano. Tenía razón en todo lo que dijo, además de que ella fielmente creía que si a ellos se les dio una segunda oportunidad es para que terminen con los sufrimientos de los demás, enviándolos directamente a la muerte.
— Tontos e ilusos. Crean falsas fantasías para que no se sientan solos; qué bueno que nos tenemos el uno al otro.
Nada rebosaba mas su felicidad que escuchar el mismo odio que compartia con su hermana, solo ríe entre dientes pasando a frotar sus huellas dactilares de sus dedos en le mejilla, surcando hasta el cabello para acariciar este.
· ─"Desesperación" la ausencia de la esperanza los lleva hacer toda clase de estupideces Nee-chan, están asustados y desorientados, buscando algo o alguien que les brinde esa protección. Por eso nosotros somos el mensaje encarnado de que esa ayuda jamas llegara y solo seguirán por parte de nosotros. ─ ·
Brindo un beso en la mejilla, acto seguido el peliverde solo le tomo de la mano para empezar a marcharse del lugar.
— Pobres tontos, jamás entenderé porque adoran a alguien que solamente les da desgracias. Si en verdad ese ser los quisiera, no habría gente sufriendo. Hipócrita Dios que tienen. —
Su tono de voz reflejaba el odio que le tenía a aquellos dioses después de haber sufrido junto con su hermano toda una vida anterior. Llevaba en una rama de árbol un ojo de algún monje clavado, y la menor solamente se quedó viéndolo.
· ─ Si, carne de fanáticos que andaban rezando cerca de una estatua, bastante surtido el premio. ─ · Agrego en un tono divertido girando su kama entre sus delgados y pálidos dedos, no tuvo muchos problemas con emboscarlos, se notaba reciente por el goteo de la sangre en la bolsa, reflejando una sonrisa de media luna con satisfacción
