Ya al engullir, el sonido característico al tragar se hizo presente acompañado de un suspiro de alivio, apoyándose de espaldas en el extremo de la mesa mientras que jugaba con su kama en su mano izquierda.
· ─ ¿Tienes algo en mente Nee-chan? cualquier cosa viene bien, incluso mejor de salir de esas "Miradas"
Aquello ultimo fue connotación de lo que había divisado, el era bueno para percatarse en los detalles y es que entre la multitud notaba cierto brillo entre la multitud, demonios de rango inferior con mucho celo y poca empatia, mirando con injusticia y rabia lo que ellos se merecían.
El demonio de rango lunar superior, solo los miraba con pereza, desden, no tenia mucho por lo que saludar ni dirigir una mínima de palabra. De ser solo así, solo levantaba su mano para saludar aquellos a los que el reconocía como fuertes, aun que de poca gana, pero lo unico reconfortante era el olor y el ambiente.
Con una ligera tensión en su ya visible rostro palido y feo, el contacto con Douma no era tanto de su agrado, solo se aguanta los sermones y los apodos que tiende a poner a los que les agrada. Cuando se fue un suspiro de victoria, ya solo daba para comer, agarro bastantes ojos, costumbre que agarro irónicamente por el despreciable demonio de Rango lunar dos, los masticaba como cual chicle y tragaba.
· ─ ¿Hm? Suena bien, aun que la comida esta deliciosa, se ve que mandan buenos expertos para cazar y conservar, esto debe ser de ciudades mas pobladas. ─ ·
#FFFFFF En el preciso instante en que entraron a la sala correspondiente sala donde se llevaría acabo la fiesta en la Fortaleza Infinita, saludó con bastante alegría agitando el brazo a una de las Lunas inferiores, se trataba del demonio con apariencia de niño Rui. Era uno de los pocos demonios con los que mantenía una relación amistosa, ya que el menor admiraba la relación fraternal que tenían Gyutaro y Daki; incluso muchas veces la chica lo había invitado a cazar con ellos para poder brindarle un poco del cariño que anhelaba.
Doma también se acercó a los hermanos para saludarlos con una gran sonrisa, aunque más que amigable se veía bastante tétrica si es que no lo conocías lo suficiente a aquella luna superior. Ya en la mesa con bandejas y bebidas, se apartó de los demás junto con su hermano para susurrarle lo menos que se pudiese escuchar... (+)
· ─ Descuida, no me molesta los minutos, se hacen soportables si estas aqui, solo son los demonios menores que alaban con falsedades, esos que aspiran con quitarnos nuestros lugares. ─ ·
Bufaba con angustia, pero escuchar aquellas ultimas palabras le hizo intervenir posado aquel decrepito dedo palido entre los labios haciendo un gesto de silencio. · ─ Shhh, lose...Lose, las cosas serian difrentes, y lo que es ahora es todo gracias a el, por eso no me quejare. ─ ·
Afloja el cuello y el demonio ladeaba de un lado a otro su cabeza para desperezarse, le tomaba de la mano para avanzar y entrar en aquella localidad, adentro el ambiente era festivo pero también era standar en cuanto a la calma; muchas luces calidas decoraron el ambiente, otros seres de forma educada tomaban sangre en copas con un pedazo de muslo o brazo. Varias meces disponian de restos humanos para los invitados.
— Solamente será por 15 minutos Onii-chan. Además es la fiesta que organizó Muzan-Sama con Doma, podemos hacer esto por Doma por todo lo que hizo por nosotros; sino fuera por él yo estaría carbo... carbo.. niza... bueno, tú sabes.
La albina sacó de uno de los bolsillos de su vestido un espejo pequeño antiguo que le había quitado a una de las damas de compañía que se había comido, ya que esta le había hecho cabrear cuando tropezó con uno de los escalones y cayó encima de ella. Se sabía que la "Warabihime" no tenía el mejor carácter del mundo.
— 15 minutos y nos vamos Onii-chan. Lo prometo. Es mas cuando salgamos, te arrancamos esa ropa para tu comodidad.
Se quejaba en un tono bajo, murmura, regaña para sus adentros mientras se acomodaba uno de sus mechones, acto seguido para acomodarse sus mangas, no le incomodan, pero tiene un afan de sentirse inquieto, quiza es la poca costumbre que tiene al usar aquellas ropas. Suspira aliviado enrollando un mechon de su verdosos cabello en el dedo indice.
· ─ Bien bien. . .Solo tengo que acostumbrarme, aun que poco a poco entiendo lo complicado que era llevar una presentación por parte de esos humanos arrogantes en aquel entonces.
