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Gyutaro · 26-30, M
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Incluso para los demonios como su rango, el mundo se detiene ante momentos así, donde solo son colores cálidos, la nieve abrazando parte del cuerpo y siendo invado por la relajante paz que muy pocos conocían.
Una tenue sonrisa se dibuja dejando ver apenas sus filosos dientes, el delgado hombre solo avanza con las flores decoradas en su cabeza y le tomaba de las manos con suavidad levantandolas con ella.
· ─ Si, creo que aun a pesar de lo que miremos con otros ojos, con otra piel, esto sigue siendo vida, gracias, aveces cobrar la deuda de todos estos pedazos de carne me hace olvidar esto de momento.
Incluso para los demonios como su rango, el mundo se detiene ante momentos así, donde solo son colores cálidos, la nieve abrazando parte del cuerpo y siendo invado por la relajante paz que muy pocos conocían.
Una tenue sonrisa se dibuja dejando ver apenas sus filosos dientes, el delgado hombre solo avanza con las flores decoradas en su cabeza y le tomaba de las manos con suavidad levantandolas con ella.
· ─ Si, creo que aun a pesar de lo que miremos con otros ojos, con otra piel, esto sigue siendo vida, gracias, aveces cobrar la deuda de todos estos pedazos de carne me hace olvidar esto de momento.
Gyutaro · 26-30, M
Solo cuando llegaron aquel páramo, su caminar se hizo lento, solo para que la menor pudiera divisar mejor los colores de aquellas flores, decoradas en las delgadas ramas de aquellos arboles. Para alguien con una naturaleza sucia, violenta y hasta fría, aquellos colores le hacían sentir una extraña calma.
Se detuvo al instante en aquel gesto y dejo que la menor fuera donde estaba aquellas flores, aun a pesar de los extenuantes días desde el nacimiento de la hermana, se sorprende que lo era su madre, le diera un nombre hermoso a Ume, quizás, solo en aquel entonces fue un pedazo de humanidad que dejo en ella, pero que en aquel ser de ojos amarillos tachaba como doloroso.
Si era angustiante pensarlo, pero el demonio de rango lunar simplemente no podía evitarlo, hasta que salio del trance por aquellas flores que caían ante los dos.
· ─ ¿Uhh?. . .Esto. . .
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Se detuvo al instante en aquel gesto y dejo que la menor fuera donde estaba aquellas flores, aun a pesar de los extenuantes días desde el nacimiento de la hermana, se sorprende que lo era su madre, le diera un nombre hermoso a Ume, quizás, solo en aquel entonces fue un pedazo de humanidad que dejo en ella, pero que en aquel ser de ojos amarillos tachaba como doloroso.
Si era angustiante pensarlo, pero el demonio de rango lunar simplemente no podía evitarlo, hasta que salio del trance por aquellas flores que caían ante los dos.
· ─ ¿Uhh?. . .Esto. . .
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D1581838 · F
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cuando esta era aún humana. Mediante unos toques en los hombros ajenos a modo de señal para detenerse, se bajó de él para poder ir a recolectar una buena cantidad de estas flores, y corriendo a su hermano las lanzó hacia el aire para que estas cayeran encima de ellos, y otras más fueran llevadas por el aire pareciendo que estas volaban.
— ¿No es maravilloso que a pesar de todo... sigamos siendo felices?
cuando esta era aún humana. Mediante unos toques en los hombros ajenos a modo de señal para detenerse, se bajó de él para poder ir a recolectar una buena cantidad de estas flores, y corriendo a su hermano las lanzó hacia el aire para que estas cayeran encima de ellos, y otras más fueran llevadas por el aire pareciendo que estas volaban.
— ¿No es maravilloso que a pesar de todo... sigamos siendo felices?
D1581838 · F
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Una risa infantil y divertida se pronunciaba de sus labios, pues en ese preciso instante quien estaba viviendo el momento era tan solo el alma de la niña de 13 años atrapado en el cuerpo de una mujer adulta. No era ni la sexta Luna superior, ni tampoco era la Oiran más popular del Distrito Rojo. Se trataba de Ume, teniendo un momento de felicidad y libertad con su hermano mayor; un momento como cuando eran niños intentando olvidar la miseria en la que vivían mediante juegos.
Mediante que el mayor se movía con agilidad por el bosque, la menor levantaba los brazos para poder darle un pequeño a las ramas de los árboles y que de estas cayeran montañitas de nieve. Transcurridos unos minutos arribaron a un camino rodeado por árboles con pequeñas flores entre rosa y rojo fuerte; aquel paisaje le hizo sonreír aún más, recargando la cabeza en el hombro de su hermano. Se trataban de las flores de ciruelo que llevaban el nombre de la demonio (+)
Una risa infantil y divertida se pronunciaba de sus labios, pues en ese preciso instante quien estaba viviendo el momento era tan solo el alma de la niña de 13 años atrapado en el cuerpo de una mujer adulta. No era ni la sexta Luna superior, ni tampoco era la Oiran más popular del Distrito Rojo. Se trataba de Ume, teniendo un momento de felicidad y libertad con su hermano mayor; un momento como cuando eran niños intentando olvidar la miseria en la que vivían mediante juegos.
Mediante que el mayor se movía con agilidad por el bosque, la menor levantaba los brazos para poder darle un pequeño a las ramas de los árboles y que de estas cayeran montañitas de nieve. Transcurridos unos minutos arribaron a un camino rodeado por árboles con pequeñas flores entre rosa y rojo fuerte; aquel paisaje le hizo sonreír aún más, recargando la cabeza en el hombro de su hermano. Se trataban de las flores de ciruelo que llevaban el nombre de la demonio (+)
Gyutaro · 26-30, M
En estas circunstancias la sensación pudenda fue echaba aun lado, ya que con reaccionar animado de la hermana, a quien solo entre fragmentos recordaba ese mismo momento a distintas estancias entre las cuales reían entre la paja abrazados, protegidos del frió o cuando cazaban pequeños animales para comer.
· ─ Adelante Nee-chan. . .─ ·
Tomo la mano de la ya mencionada mientras que la sostiene solo avanzaba hasta las puertas traseras, deslizando estas hasta el pequeño corredor de afuera, en un momento corre hasta el barandal de madera y salta con ella hasta caer en la nieve, ya apenas con la luz de la luna, las estampillas brillaban un poco opacando un poco las manchas de tinta en su rostro producto de las erupciones por las sífilis. Solo su hermana cubre y le hace notar que este mundo aun pueden disfrutarse del modo que habian soñado en el pasado. Reflexionaba cada pensamiento para si mismo llevando una sonrisa suave.
· ─ Si, había olvidado cuan divertido era. . .─ ·
· ─ Adelante Nee-chan. . .─ ·
Tomo la mano de la ya mencionada mientras que la sostiene solo avanzaba hasta las puertas traseras, deslizando estas hasta el pequeño corredor de afuera, en un momento corre hasta el barandal de madera y salta con ella hasta caer en la nieve, ya apenas con la luz de la luna, las estampillas brillaban un poco opacando un poco las manchas de tinta en su rostro producto de las erupciones por las sífilis. Solo su hermana cubre y le hace notar que este mundo aun pueden disfrutarse del modo que habian soñado en el pasado. Reflexionaba cada pensamiento para si mismo llevando una sonrisa suave.
· ─ Si, había olvidado cuan divertido era. . .─ ·
D1581838 · F
— ¿¡Lo dices enserio!? ¡¡¡ONIIIII-CHAAAAAAAAN!!! —
Su cuerpo se vio invadido por una grata y magna felicidad, aquella luna estaba bastante emocionada al escuchar las palabras de su hermano. La menor tomó unas cuantas estampillas de varios tonalidades rosas, haciendo juego con las marcas de flores que tenía en el rostro.
Habiendo terminado se acomodó las horquillas de kanzashi mirándose en el espejo de aquella habitación estando lista para salir a dar una vuelta con el demonio de cabellos verdes. Tenían suerte de ser los únicos demonios en el área, incluso ellos mismos habían prohibido a los demonios sin rango acercarse al área del Distrito Rojo y las afueras de este mismo ya que los hermanos querían gobernar únicamente ellos en esa zona; de esta manera ninguno se burlaría de Gyutaro, pues sabía cuanto le enfadaba que los demás se burlaran de que consintiera tanto a su hermana.
— ¿Entonces nos vamos hermanito?
Su cuerpo se vio invadido por una grata y magna felicidad, aquella luna estaba bastante emocionada al escuchar las palabras de su hermano. La menor tomó unas cuantas estampillas de varios tonalidades rosas, haciendo juego con las marcas de flores que tenía en el rostro.
Habiendo terminado se acomodó las horquillas de kanzashi mirándose en el espejo de aquella habitación estando lista para salir a dar una vuelta con el demonio de cabellos verdes. Tenían suerte de ser los únicos demonios en el área, incluso ellos mismos habían prohibido a los demonios sin rango acercarse al área del Distrito Rojo y las afueras de este mismo ya que los hermanos querían gobernar únicamente ellos en esa zona; de esta manera ninguno se burlaría de Gyutaro, pues sabía cuanto le enfadaba que los demás se burlaran de que consintiera tanto a su hermana.
— ¿Entonces nos vamos hermanito?
Gyutaro · 26-30, M
Cuando su mano fue apartada de su cuello, solo gruñe bajo pero no presentaba alguna expresión de molestia, simplemente miro con desgano. Entiende las intenciones de su hermana y breve silencio se hizo notable cuando este se dejo acomodar aquellos mechones, parpadeando lentamente.
Quiza llevaba tiempo sin estar en aquel ambiente tan sano y cálido como lo hacían desde niño, el tuvo que madurar a temprana edad para poder darle la mejor vida. Picaba despacio sus labios mirando de costado.
· ─ Sabes...No me molestaría quedarme con estas pintas en mi cara un poco mas, sooon...Graciosas en cierto modo. ─ ·
Sus labios se tuercen simplemente para dibujar aun que pequeña, una animada sonrisa aceptando quedarse así un poco mas para ella.
· ─ Quizas les de un poco de pánico con esta apariencia. Je. ─ ·
Quiza llevaba tiempo sin estar en aquel ambiente tan sano y cálido como lo hacían desde niño, el tuvo que madurar a temprana edad para poder darle la mejor vida. Picaba despacio sus labios mirando de costado.
· ─ Sabes...No me molestaría quedarme con estas pintas en mi cara un poco mas, sooon...Graciosas en cierto modo. ─ ·
Sus labios se tuercen simplemente para dibujar aun que pequeña, una animada sonrisa aceptando quedarse así un poco mas para ella.
· ─ Quizas les de un poco de pánico con esta apariencia. Je. ─ ·
D1581838 · F
— ¡Yo digo que te ves maravilloso! Creo que deberíamos de optar por una nueva apariencia contra los cazadores. ¿Qué dices?
La menor era demasiado ingenua para darse cuenta que su hermano se sentía un tanto incómodo y ridículo con aquella “nueva apariencia”; pero aquella estaba acostumbrada a que le consintiera en todo sin ponerle límites que no llegó a pensarlo de ese modo, aunque la intención de ella no era que se sintiera así, sino pasar tiempo de calidad con él, aunque esté fuera de risas.
Le dio un manotazo débil en su mano para que no se rascara, odiaba ver cómo hacía esto al punto que su piel se abría por aquellas uñas largas que poseía el mayor. Le echó nuevamente los mechones verdes hacia adelante, levantando los brazos en una expresión de entusiasmo.
— ¡Ya te las podemos quitar Onii-chan!
La menor era demasiado ingenua para darse cuenta que su hermano se sentía un tanto incómodo y ridículo con aquella “nueva apariencia”; pero aquella estaba acostumbrada a que le consintiera en todo sin ponerle límites que no llegó a pensarlo de ese modo, aunque la intención de ella no era que se sintiera así, sino pasar tiempo de calidad con él, aunque esté fuera de risas.
Le dio un manotazo débil en su mano para que no se rascara, odiaba ver cómo hacía esto al punto que su piel se abría por aquellas uñas largas que poseía el mayor. Le echó nuevamente los mechones verdes hacia adelante, levantando los brazos en una expresión de entusiasmo.
— ¡Ya te las podemos quitar Onii-chan!
Gyutaro · 26-30, M
Aquel dato le carcome la conciencia, de modo que hasta intenta ocultar sus nervios rascando el costado de su cuello, al mismo tiempo que solo levanta una ceja, pero despabila cuando escucha que ya termino, se negaba a ver el espejo, no quería, pero eso implicaría poner de malas a la hermana, por lo que se miro en su propio reflejo ahora con un pinta mas "Graciosa".
· ─ U-uh....Uhm...Ehm.
No tenia palabras para expresar la opinión ante el talento "Artistico" de la hermana menor, el demonio lunar suspira y tuerce sus comisuras dibujando una forzada pero deslumbrante sonrisa aun que minima.
· ─ Je, me veo...Mas chistoso ¿no? tienes talento Nee-chan.
Una gota de sudor se formaba en la cien. (?)
· ─ U-uh....Uhm...Ehm.
No tenia palabras para expresar la opinión ante el talento "Artistico" de la hermana menor, el demonio lunar suspira y tuerce sus comisuras dibujando una forzada pero deslumbrante sonrisa aun que minima.
· ─ Je, me veo...Mas chistoso ¿no? tienes talento Nee-chan.
Una gota de sudor se formaba en la cien. (?)
D1581838 · F
Estaba bastante concentrada colocando cada una de las estrellas, llegando a formar un corazón con ellas en una de sus mejillas; siendo un corazón deforme por lo encimadas que las había pegado. Con sus frágiles y delgados dedos, pasó unos cuantos mechones verdes de la frente hacia atrás para pegar unas cuantas últimas. Al finalizar, le vació las restantes en su cabello y aplaudió ante el resultado.
— Y eso que no has visto mi cama, ¡Listo! Mira cómo te ves.
Sacó un espejo de mano debajo de sus piernas, espejo que normalmente usaba para apreciar su belleza y lo puso delante del rostro del mayor para que viera su reflejo.
— Y eso que no has visto mi cama, ¡Listo! Mira cómo te ves.
Sacó un espejo de mano debajo de sus piernas, espejo que normalmente usaba para apreciar su belleza y lo puso delante del rostro del mayor para que viera su reflejo.
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