· ─ El invierno esta cerca, y con ello significa volver a esas épocas donde combatimos el frió, el hambre y la soledad juntos, ahora en esta vida podemos disfrutarlos sin tener que mendigar lo que nos robaron...Solo...Solo...Siendo felices como lo merecíamos Ume. ─ ·
Aclaro, solo para terminar acariciando con un pulgar aquella suave mejilla pálida de la ajena, la cual terminaba empapando con sangre conforme la herida del costado de su rostro se regeneraba.
· ─ ¿Te has siguiera escuchado lo que dices alguna maldita vez en tu vida? Tu siempre deseas cosas y yo con gusto te las cumplo. . .Pero. . .¿¡Que hay de mis deseos!? ¿¡Es mi culpa que haya deseado esta sangre para estar contigo una vez mas!? ¡DILO! ─ · Furibundo, anexo tales palabras que tensionaron su accionar al hacerse un tajo hasta abrir su piel y el costado del lóbulo de su ojo, con los cuales se inyectaron de sangre.
· ─ ¡Y aun con los aires de grandeza y la arrogancia que se inyecta en tus venas, tengo que recordarte que siempre estaré ahí! ¡Me importa poco esa deuda, muy poco...! ¿No lo vez? ─ · Cuestiona con fuerza golpeando el cuerpo que sostenía la hermana, conforme el demonio de cabellos verdosos le tomaba de los costados del rostro, y la confronto cara a cara, ya no con un mirar tenso, si no, mas relajado pero alarmado soltando un suspiro pesado en sus labios.
Todo era tan saturado en el ambiente, las quejas, la culpa, el regaño, todo por parte de la única persona con la que deseo compartir una nueva vida una vez mas. ¿Entonces porque? porque llegar a esto, si fuera por ella, solo seria un manojo de carne destrozado sin nada de lo que apreciar. Mucho de aquella pelea fraternal le hizo rascar el costado de su rostro, hasta que escucho aquello ultimo haciendo que sus parpados se abran y se clavara las uñas en su pálida piel empezando a emerger sangre de esta.
· ─ ¡¡¡YA BASTA!!!
Exclamo con fuerza, haciendo un eco que se escuchara incluso fuera de la habitación, había perdido los estribos y el cuidado de hacer escándalo, pero aquello no lo dejaría pasar.
Volteó a ver a la mujer que era presa entre aquella pelea fraternal, estirando un brazo intentando alcanzar a tomar la pierna de aquella demonio en un gesto por piedad, Daki bajó la mirada para ver aquel ser despreciable, viéndola de reojo hasta que se dio cuenta que se trataba de una de las mujeres prospecta a querer ser Oiran en una de las casas de placer vecinas.
Con las venas resaltándoles en el rostro, tomó aquella mujer en brazos a modo de abrazo tomándole del mentón enterrándole las uñas con fuerza provocando que gotas de sangre resbalaran por su rostro.
— ¿¡De qué se trata tu chiste eh!? ¡Aparte me traes a esta! ¿Acaso te parece bonita Onii-chan? ¡RECUERDA QUE SOLO YO SOY LA BONITA!
— ¡Te juro que no es mi intención estar ocupada eh! Si por mi fuera ni siquiera estaría trabajando, ¡estaría disfrutando de esta estúpida nueva vida como demonio contigo! ¡PERO AH NO! Tenemos que rendirle cuentas a otro demonio porque TÚ aceptaste beber sangre y convertirte en uno. ¡Es tu culpa!
Odiaba cuando el demonio de pelos verdes le levantaba la voz, especialmente porque no estaba acostumbrada a ello; pues durante su vida como humanos el la malcrío consintiéndola en todo lo que ella quería dentro de sus posibilidades. La única persona que le había gritado fue aquel samurái que había terminado con su vida, por lo que representaba una ola de malos recuerdos que inundaban su cabeza. (+)
Mientras sus filosos dientes se hacen a la vestido debido a la mueca de sus comisuras sus ojos se enervan de rabia mientras mas presionaba la espalda de la mujer conforme esta lloraba de dolor.
· ─ ¡¡¡QUE MIERDA ESTAS DICIENDO!!! ¡Todo los dias quiero e intento pasar algo lindo contigo! ¿Como no adelantarme si andas ocupada? ¿¡Sabes a quien mierda espero para disfrutar esto!? ¡A TI MALDITA! ¿¡En que maldita cabeza piensas que haria eso eh!?
Su explicación no solo había sido cortada, fue también la misma emoción que termino por decaer cuando aquel cuerpo de la presa impacto de lleno en su cara y cayo como si nada, al suelo justo a sus pies. Parpadeo consternado su rostro refleja la confusión entre el gesto y la acción de la hermana.
· ─ ¿. . .Que. . . Estas . .Diciendo?
Cuestiono con ese tono seco mientras la mujer se arrastra, en un intento inutil y penoso por avanzar o levantarse, las venas en el rostro de aquel ser comienzan hacerse notar, el ceño fruncido y el gesto de desagrado y rabia hicieron que diera una leve pisada con fuerza en la espalda de la presa, haciendo que escupiera sangre de su boca manchando parte del suelo. . .
A pesar de que las acciones de su hermano habían sido en beneficio para ambos, especialmente para su hermana quien quería que resaltara sobre todas las demás mujeres en aquel distrito del placer, la menor demostró sus celos tomando a la mujer con sus fajas de carne, sosteniéndola por la cintura para arrojársela a su hermano, haciendo que está gritará y pataleará de dolor ya que aquello le había roto unas costillas.
Seguía sentada en cuclillas en el borde de la ventana de aquella habitación vacía en una de las bodegas del distrito rojo, siendo este el lugar donde normalmente llevaban a algunas de sus presas para divertirse un poco; de este modo no llamarían tanto la atención entre los habitantes y visitantes, y solo se pensaría que sus víctimas renunciaron y se esfumaron de aquel lugar con algún hombre gordo de dinero que les prometía la mejor vida como las señoras a su lado.
Entró a la habitación y a paso elegante caminó hasta donde estaba aquella mujer, viéndola de pies a cabeza y aquella sonrisa divertida que le había causado su hermano al burlarse de ella, se tornó en una línea recta, ahora con una mirada seria y profunda que demostraba su molestia.
— ¿Por qué te adelantaste a traerla y no te esperaste a que la cazáramos juntos Onii-chan? ¿¡Acaso querías divertirte solamente tú con ella!? ¡Pues toma!
· ─ Una de tus compañeras de trabajo, una de las "Candidatas" a futura Warabihime, otra que intento hacer otro escape romántico con su hombre. ¿¡No es taaaaan romántico!?
Agrego entre carcajadas en un tono histérico mientras estaba sentado disfrutando de la imagen de su presa, era una mujer con el kimono casi destrozado, apenas unas telas colgando entre sus brazos cintura y piernas, se la notaba con una tez clara, ojos azules y cabello castaño, ademas de ciertos moretones y rasgaduras en el cuerpo producto de la diversión de aquel ser para que se quedara quieta. Estaba de pie asustada con las muñecas atadas y los ojos vendados.
Cuando escucho aquella tétrica risa la mujer solo corre sin dirección alguna alguna al azar intentando encontrar salida solo para darse de lleno con la pared de frente.
· ─ ¡Hahahahaah! . . . .Bien. . . .Bien...¿Que quieres hacer con ella Nee-chan?
