—Gracias, y perdona por ser tan llorica— le respondió sonriendo y abrazandole aun mas fuerte.

— Idiota, Slow Dance, Valkirye, el señor oso y yo estamos aquí para acompañarte— Le limpió las lágrimas con los dedos de sus manos.

— Tu sabes que puedo ser muy fuerte, solo que, a veces recordar el pasado duele si estás solo— el joven se limpió la cara y le sonrió levemente para apaciguar los ánimos.

— Por parecer un gatito llorón— Simplificó el hecho pero sin perder la jovialidad en su actitud. — Escucha Johnny, no importa sí quieres estar llorando a toda hora, lo que realmente importa es que tengas la ímpetu de querer salir siempre adelante, por eso, no te rindas—

— yo porqué? — ahora hace pucheros y trata de evitar el encanto de ese go go zeppeli que enloquece a las personas.

— Perdón, tu eres el especial culpable de que te vea así—
Esbozó una amplia sonrisa exponiendo sus particulares parrillas de dientes en dónde la inscripción de: ¡Go Go Zeppeli! Se ve marcado.

— Deja de verme así...— se estaba poniendo como un gatito a la defensiva como si estuviese siendo visto cono presa.

Se flecho.
Esos gestos curiosos del menor le llenaban de fascinación.

— Baka... no ... no me digas adorable.. — Habían quebrado su mueca de disgusto y ahora estaba sonrojado y vulnerable.

— Oh vamos Johnny, te ves adorable llorando...— Sonrió con amplitud