-Quizá había sido mala idea, pero nada le quitaba la satisfacción de haber acabado con esa multitud de Adjuchas el solo, ya habían sido avistados ocasionando problemas y era momento de ponerles un alto. No hizo uso de su Resurrección, por simple deporte y a la vez demostrando que podía acabar con todos sin necesidad de usar su verdadera forma, recién había acabado, estaba tomando un respiro cuando de pronto escuchó aquella voz femenina, tenía cierto parecido a la de aquella azabache que considera como su compañera.- ¿Meg? -Preguntó en un principio al ver el gran parecido. Fue derribado, no se pudo oponer, cayendo en la arena con la joven azabache encima.- ¿Miel? -Lo pronunciaba tal cual lo escuchó alguna vez, se mostró sorprendido, ¿Como había llegado a ese sitio sin ayuda.-
¿Viniste a Hueco Mundo por tu cuenta o Megara te ayudó?