¡Claro que no! Las regalo a quién se las quiera comer, pero aquí no hay nadie que las quiera, así que prefiero comerlas a que las bote por ahí.
-Ya le estaba empezando a doler la pancita, pero no iba a dejar que se desperdicieran por lo que siguió comiendo manzana tras manzana hasta acabarlas. Miró los mangos pero ya le estaban dando náuseas al estar tan satisfecha.-

-No dijo nada al respecto, simplemente limpió con el dorso de su mano y prefirió dar un paso hacia atrás, aun se aguanta las ganas de darle aunque sea un zape.-
Entonces... ¿Regalas cosas para atascarte con lo que regalas?

Tío Grimm, tienes un moco en la cara. -Le señaló la mejilla libre para que se limpiara, aunque en realidad era un trozo de manzana que había saltado hacia él. Cogió otra manzana de la cesta y volvió a comerla casi con violencia porque quería terminar pronto.-

-Parte de su hakama recibía las gotas de jugo luego de las "poderosas" mordidas de la niña. No dijo nada en ese momento, tan solo observó en silencio, conteniendo un poco su ira, no la golpearía, por ahora.- (?) Es que no se pierde ni un poco la descendencia de la verde.

¡Nop! Yo me las comeré todas entonces. -Era un poco orgullosa, así que volvió a tomar la cesta y sacó una manzana para comerla a grandes mordidas, salpicando un poco de jugo ante la fuerza con la que mascaba.-

-Levanta una de sus cejas por el repentino alza en la voz de la menor, le mira en silencio en un principio y luego voltea por si acaso hubiera alguien mas que no había notado.- Eh, ¿Vale? Se lo daré a... alguien.

¡Ya lo sé! Pero se las puede dar a alguien de su tribu. -Por la cara de él supo de inmediato lo que pensaba.- No es nada.

-Mira las frutas y luego a la menor, creyó haberle dicho que no come nada de nada.- ¿Gracias?

-Le deja una cesta con muchas frutas.-