La cara de la chica se le hacía conocida, pero no sabía de donde, por lo que levantaría una ceja y al mismo tiempo entrecerraba el ceño. Para luego negar, no recordaba donde la había visto. Pero seguro que era algo del pasado por lo que solo suspiró y haría memoria al escucharle decir del campamento de hace años en el pasado.
—Oh, ya veo, lamento mucho si no recuerdo tu nombre... Me he topado con mucha gente y mi abuelo me obliga a ir cada año... Pero si, soy Green Oak—
Se presentó con una sonrisa para luego solo terminar riendo un poco ante la siguiente pregunta de la mujer.