No eres un espíritu, entonces eres humano. -Respondío habiendo visto casi nada de aquel truco que realizó. Le pareció curioso, hechiceros o magos de esos no dolía encontrar o más bien no había entrenado su sentido para ello, suficiente tenía con ver toda aquella cosa paranormal que sucediera a su alrededor. ..-Oh.. no...- lo vio caer, sus ojos se abrieron se par en par, nunca pensó que por usar su manta alguien de verdad se asustaría pero lo había!... Se la quito y fue a tratar de socorrerlo soplandole aire con una hoja grande ..- Oi....-su melena bicolor apareció así como un par de grandes ojos verdes. Tenía un rostro inocente y tierno pero bastante serio. Le pico una de las mejillas suavemente mientras lo acosa en silencio y espera que este recobre el conocimiento -

Su sentido de la ubicación era terrible; sus criadas siempre fueron quienes le llevaban a los lugares, y hoy de todos los días, se encontraba perdido en la nada. Habían pasado un par de horas, pero él ya se había preparado para lo peor, hasta el grado que tuvo que usar esas "raciones" que llevaba en una bolsa y convertirlas en cecina al usar sus conocimientos de alquimia.

Había terminado de guardar el alimento en esa bolsita de su cinturón cuando oyó una voz que le hablaba. —¿Alguien anda ahí? Bendito..! estaba a punto de darme por...— Entonces la vista se posó sobre la criatura de blanco (la muejr con la sábana encima), y los colores se le fueron del rostro. En un instante, el hombre de casi 30 años y de peso cayó de golpe al suelo.

¿Estás perdido? -Pregunta la muchacha quien vestía una manta blanca con orificios en los ojos, si era como para dar un susto pero iba de camino a la mansión y había decidió atravesar el bosque y ver con qué se encontraba ya que últimamente había tenido mucha calma, hasta el momento no había visto espíritus cerca de sus parientes. -