"Golo, ¿Porque tus manos tienen esas cicatrices?. ¿Tu Creador no concibe la existencia del bebé?... Así que Gisnera es nuestro hijo, ¿No es así?."

-Le habla mentalmente, cuidando de Golo para sentarse a su lado, apoyando una de sus manos contra el árbol para impedir que la pobredumbre que manifestaba Golo al ser apoyado en el árbol siguiera expandiendose, deteniendose allí para ella, la vida de un árbol tambien es muy valiosa. Luego, tornó hacia el albino, acariciandole el hombro despacio.

Con tímidez observó a la otra dama, percibiendo que se siente algo ignorada por ellos al no estar enlazada telepaticamente a ellos. Se ve más concentrada de cuidar a Gisnera, pareciera que es una especie de ser feéricos, no lo sabe a ciencia cierta. Observaba como la mujer de cabellos rojos cuida maternalmente al bebé hasta le canta. ¿Ella se encargaría de cuidarlo?. Un bebé estaría mejor bajo los cuidados que sólo una reina puede darle, por el amor que ella demuestra hacia el menor.-

“Ella” ¿Quién era ella? Sintió que no pertenecía a la conversación y como bien silenciosa ya era decidió cuidar del bebé; en su frente hizo una señal para dormirlo. Se sentó en la piedra próxima con forma de sitial, cubierto de trepadoras con flores azules y espinas filosas. Ese bien podría ser su trono, justo como el que tenía en Jæthana.

Admiró al bebé reposando contra su pecho, aquella criatura se veía turbante y quizá con algo inquietante en su interior, como toda madre comenzó a amar los prejuicios sobre su hijo.

.ꪶ.̇֗⚘꫶१ ֶ֢──Gisnera anunciará el alba con su cantar, cada día de su vida, hasta que deje de brillar. ─Canturreaba para él solo como una madre lo hace.

Apenas las escuchaba, susurros percibía en lugar de palabras. Sacudió un poco la cabeza. El canto lo había hechizado, domido un poco. ¿Quería el bebé ave dormirlo? Él sólo se había defendido con ese chillido de media luna; era la única forma de impedir que su creador se manifestara más.

Admiró a la Asceta y a la reina y luego, y sólo luego, vio sus manos prestas con cicatrices. ¿Era por causa del bebé? No lo sabía. La dama azulada lo llamaba, estaba desorientado. Libró su batalla con la espesura del bosque, y, a pesar de que el árbol se podría un poco con su presencia, no se apartó. Respiró una gran bocanada de aire y habló con una calma que él mismo creyó no pudiera tener.

---Tan sólo libré una batalla con el bebé; entró en mi cabeza y vi a mi creador. Ella y tú aceptan su existencia, sin embargo, aun no me acostumbro a esa luz proveniente de tres por tres.

Susurraba desorientado.

---¿Me odia ella por esto? ¿Acaso me odias también por el nacimiento del bebé?

-Impresionada, vió y escuchó cómo el semblante de la criatura tomó un semblante de un ave que soltó un bello canto cuál ave fuese y después, Golo chilló hasta que... la alienígena abre más sus ojos viendo cómo el cuerpo de Golo debilitado tiembla. La tímida fémina miró a la contraria, entendiendo perfectamente el idioma de ella aunque ella no pudiera expresarlo verbalmente.
Así que obedeció de inmediato que uso sus poderes telequinesis para ayudarlo, moviendo mentalmente el cuerpo de Golo para que se ponga de pie; le toma de los hombros para que tome asiento y apoyase su espalda contra un árbol.

"Golo... ¿Estás bien?. No puedo comunicar con ella cómo lo haces tú pero si puedes dile puedo entenderle todo lo que ella puedo decirme".

Así que ese pequeño ser era su primer hijo con Golo. Tan extraño y prematuro, sintió algo de lástima por su llanto que no pudo calmar ni arrullando su angustia. Pero dejó de hacer intentos inútiles al percatarse de que el padre lo había resuelto.

Verlo caer la alarmó, no podía sólo tirar al bebé para ayudarlo. Decidió hablarle a la alienígena en su idioma.

.ꪶ.̇֗⚘꫶१ ֶ֢──Necesita tu ayuda, haz que se ponga de pie y que tome asiento. Está saturado.

Cambiaba la dirección de su mirada de ella a él, esperando a que actuara rápido.

El rostro de la criatura anunció un pico de pájaro: ojos negros, labios grandes, una cresta, como si se tratara de una lechuza. Él, por tanto, se llevó las manos a las orejas cuando la criatura comenzó a cantar pese a que podía ser una mera alucinación. Aunque no lo era, pues el reflejo de la noticia que le daba era el centro de su luz.

Temía, pero el arrullo de las dos damas lo mantenían firme, consagrado ahora a la ausencia de la nobleza del emperador creador. Suspiró, abrió la boca para dejar escapar un chillido similar al de un ave; pues era el canto de un ave lo que lo había creado. Cayó de rodillas, cuando despegó el hechizo que hacia al bebé despertar. Entonces se silenció, pese al temblor que burlaba a su cuerpo de manchada y nevada hermosura.

-Y guardaba silencio, sin saber que hacer o reaccionar. Aquella hermosa criatura sin rostro eran de ellos 3 y ahora la otra fémina lo cobija entre sus brazos, al cuál llamó Gisnera. Luego, observa a Golo que hecho hacia atrás. Tomandolo del brazos para que calmase, hablando de manera telepatica nuevamente.-

"Un monstruo no tiene la capacidad de concebir vida, ser amado. Podría podrían decir eso de mí por... mi apariencia. ¿No lo crees?. Ese bebé que has concebido es hermoso y ahora en brazos de tu compañera."

-Le escucha hablar a la otra dama y cómo aconseja a Golo lo que debe hacer con respecto a la criatura, al niño de nombre Gisnera.-

Arrepentida de su dureza cambió el tono de voz a uno más comprensivo. No era justo herir a sus arrabales por mantener la franqueza.

.ꪶ.̇֗⚘꫶१ ֶ֢──Querido Golo, hay muchos tipos de luz. Esta criatura necesita luz virtuosa, la que puedes llegar a tocar por tu propia cuenta. Tu creador no puede alcanzarla, nadie te haría daño.

Estaba confundido. ¿Gisnera? ¿Qué significaba? Vio entonces a la criatura con debidas atenciones, así tocó su rostro, no rostro, con delicadeza. Luego a la hembra. ¿La luz podía dar esa clase de regalos? Abrió mucho los ojos y se echó atrás con sigilo perpetuo; así inspiró con profundidad, con un temblor manando de sus manos. De sus labios.

---¿Soy un monstruo? ¿Acaso soy un despojo de insolencia? ¿Me está castigando mi propio creador ahora? Sólo ansiaba luz, pero Él entregó una luz mortecina, que brinda mucho más que una mera sonrisa.

Decidió tomarlo con brazos neutrales. Seguía procesando lo que acababa de pasar; en el pasado hubiera deseado esto, pero no así. Igual demostrar dureza con la criatura era injustificable, así que le sonrió acariciando con los dedos su cabecita.

.ꪶ.̇֗⚘꫶१ ֶ֢──Toma la luz y vuélvete capaz de amarlo. ──refirió al niño que jugaba con su dedo. Reflexionó acerca del nombre para el pequeño... ¿o pequeña? Suspiró, al final halló uno apropiado. ──Gisnera. Su nombre puede ser Gisnera.