---De la gota de rocío negro fuimos sometidos a la hechura de un muñeco coronado de rosas rojas. Exaltados bajo el amparo de doble sol, luna y estrellas. Nosotros, aquí, hincados ante su soberana aurora renacida de añoranza. Por la gloria más amada, inevitable, magna, justa, condenada por siempre. Somos seis, y como seis existimos. Como seis solemos parlar de heraldos y horror, de la calva de un palacio pintado de brumas y fulgores. Y como seis y sólo seis somos bien y mal.