Desde que existo he sido un insigne predicador, más para aquellos que buscaron la salvación en un frágil mundo que para ti significaba todo. Y a pesar de ese ínfimo delirio que simbolizaba todo lo que me compone, tan sólo tú podías otorgarme el aliento que me faltaba para continuar mi camino pese a mi inmortal indiferencia. Te amo con cada ápice de mí ser, te amo desde antes de nacer.