-Iba a comenzar a reír, poco a poco su rostro se notó algo nervioso al notar la gran sombra de la chica gigante detrás de él, una pequeña gota de sudor recorre la sien derecha del albino, iba a voltear pero justo su oreja fue tomada por aquella enorme mano.- ¡Oye! ¡No! ¡Que no hablé de ti con malas intenciones, Diane! -Pero ya era tarde, su oreja fue arrancada sin piedad, solo retrocedió un poco mientras tapaba con una de sus manos la zona "afectada", pero segundos después le vuelve a crecer la oreja.- ¿Ya vieron? Ni siquiera mentía, y se llevan bien, debo ser un genio.