—Me siento mejor, Gis... Supongo que una caminata me haría bien.

Ladea el rostro un poco confundida más no pregunta prefiriendo quedarse con la duda.

—Y bien, ¿te sentiste mejor luego de quitarte los zapatos? ¿Te gustaría que camináramos un poco por el bosque?—

Desvió la mirada. Su única respuesta fue un encogimiento de hombros.

—¿Pero no lo somos todos? ¿O tu no eres libre, Elizabeth?—
Pregunto con notoria preocupación.

Sonrió.

—Eres un espíritu libre, Giselle. A mucha gente le gusta eso... incluso a mí.

—Bueno, no me lo preguntes, simplemente inténtalo.—
Comenta alegremente, mientras da saltitos sintiendo como el césped la refresca.
—Me encanta hacerlo durante la lluvia también aunque en cuanto salí esta paro, al menos puedo disfrutar un poco del rocío que cae de los arboles.—

—¿Tú crees?

Se inclina para quitarse las zapatillas y los calcetines.

—¿Eh? ¿Está mal si no llevo zapatos? Solo disfrutaba un rato de la hierba fresca bajo mis pies... deberías hacerlo también, ¡es muy liberador!—

Miró hacia abajo.

—¿Por qué estás descalza?

—Bueno...es fácil desaparecer cuando no hay nada interesante que hacer.—