Entreguen sus vidas a mi, el Rey, y luchemos, no solo por nuestra supervivencia, pues Uruk no prevalecera mas. Hagamoslo, por las generaciones que vendran despues de nosotros, seamos la luz que guie sus caminos. ¡Luchemos hasta el ultimo hombre!
-Un grito de guerra, un grito de rebelion, el último mandato del rey era este, alzarse contra la diosa primordial, denegar a los dioses e iniciar la edad del hombre.-