— Estar rodeado de tanta gente que solo busca agradarse para elevar su estatus... No es lo mio.—

Mencionó el rubio al tiempo en el que cerraba los ojos y resoplaba un tanto molesto, para luego añadir una interrogante de su parte. Era algo que llamaba su atención dado a que jamás había conocido a uno de los Magis, así que debía de hacer esa pregunta.

— Ustedes los magis... ¿Qué son? ¿Quién los creó?—

Tras cuestionar aquello solo añadiría en un tono un tanto obvio. — Sí, sé que eres la magi de estos lugares, lo escuché de uno de los gobernantes de este lugar.—

Se mostró esa esbelta figura entre las sombras, aquella mirada carmín era profunda y completaba el juego de su altivo gesto, Judal parecía estar en lo que es catalogado por una extraordinaria belleza y una maldad que atemorizaba a cualquiera, deslizó sus pasos con un caminar casi levitante y coqueto, pese a que ese no fuera su intención, pero la armonía de sus movimientos y el bailoteo de sus azabaches cabellos que rozaban la curvatura de su fisonomía traía consigo ese toque infernal de una peligrosa seducción.

— Claro que lo eres, el rukh me ha hablado mucho de ti....—

La proximidad le permitió tomar asiento cerca a él, solo para ver el poderoso imperio de Kou desde las alturas, para Judal esta vista no era interesante, ella disfrutaba ver caos y destrucción, no una aburrida ciudad.

— ¿Te aburrió la fiesta acaso?—

Su cuerpo era llevado de un lado a otro, presentándose con ancianos, jóvenes, e inclusive niños, todos de la gran sociedad de Kou. Algo no le gustaba, y era el estar obligado a esas cosas tan absurdas, por lo que aprovechó un descuido de sus guardias, para así salir de aquel castillo, o al menos de donde se encontraba el evento principal. Estando fuera, haría lo impensable, saltar y escalar por un costado, una de las torres del castillo. Al llegar al techo de este sentiría el aire golpear su rostro, pero ahora con una increíble vista, luces por todos lados, la ciudad se lograba apreciar, se veía muy linda desde ese punto de vista. –Este lugar es muy hermoso…-- Dijo para sí mientras que escuchaba la voz de una mujer cerca de él.
Giraría su rostro para así verla de frente mientras que se rasca la nuca con una mano. –¿Famoso?- Se preguntó dado a que pocos lo conocían, aunque fuese criado por nobles, su presencia era casi oculta en cuanto a asuntos de la familia.

— Mira nada más a quien me he encontrado, el famoso Asad—

Dijo la Magi observándole desde el trono ya vacío, después de esa fiesta en el imperio Kou. Había evadido todo el ruido y se apareció luego de que todo término, solo para acercarse al invitado de honor. ¿Por qué?; la Magi veía en él un potencial más alto que el de todos sus candidatos,así era ella,le gustaba probarlos a todos.