No digas tonterías, tu estás cansada, y yo no quiero sudar, prefiero esa idea de ir a tomar algo, necesito hidratarme tras la paliza que te acabo de meter.

Dijo mientras que se cruzaba de brazos, haciendo desaparecer la red de oro que se guardaría en la gate of babylon, tras eso solo le ofrecería una mano para que se levantara de aquella arena.

Deja de revolcarte, luego no podrás sacar toda esa arena de tu ropa.

¿]A los cuantos puntos planeas tenerme bajo el sol?

Reclamó mientras que solo tomaba la pelota y la haría girar sobre uno de sus dedos para luego meter otro y quitar el primero sin dejar que este gire. Luego solo levantaría las cejas de manera desafiante.

No me es grato solo estar bajo la luz del sol apaleando a una chiquilla como tu.

Y el punto es mio...

Grito al estar nuevamente en las alturas para así golpear con más fuerza aquella pelota, incluso dejando caer su peso en aquel golpe apuntando directamente debajo de la red, ya que la distancia que ella recorrería sería mucha, sabría que ella no podría alcanzar a la pelota.

Fwahahahaha

Por su parte había previsto el movimiento de pies y manos por parte de la mujer, por lo que este ya se encontraba en el lugar exacto donde la pelota caería, solo para así unir las manos y pegar con los antebrazos aquella pelota y levantarla. Acto seguido, saltaría para así quedar por sobre la red y sonreír.

Nada mal, enana.

Solo dijo eso mientras que golpeaba con la palma de la mano aquella pelota, buscando golpear la arena que se encontraba justo detrás de ella, para desequilibrarla y de esa forma cayera en la arena misma.

El rubio de manera inexpresiva solo se limitó a ver como ella jugaba con aquella esfera que ella había creado, por lo que solo entrecerró la mirada, no confiaba en absoluto en las palabras de la mujer, por lo que antes de que la pelota tocara el suelo, abriría el gate of babilon para que un puño de oro golpee por abajo aquella pelota y la regrese al lado contrario.

Conozco tus travesuras, no caeré en que sea una bomba y termine embarrado de algo.

Dijo sin más con una sonrisa egoísta cruzando los brazos a la altura de su pecho para luego añadir.

Deberías sentirte feliz, mis tesoros tocarán tu pelota.

Sonrió en cuanto lo escuchó decidido, pensaba que le había golpeado el orgullo a tan prepotente rey. BB parecía lista puesto que en ese entonces sacó una pelota aparentemente suave, era improvisada por ella, la cara era un tierno cerdito. Primero la tomó en sus manos y después la colocó sobre un dedo para inicialmente comenzar a golpearla de un lado, equilibrando por unos breves instantes para hacerla girar sobre su dedo como un balón de basketball.

Así me gusta, solo no te vayas a arrepentirte de jugar con una chica tan genial y hábil como yo ¿sí?

Le sacó la lengua un poco juguetona y al cabo de unos segundos detuvo la pelota, la tomó en ambas manos una vez más para dar el primer saque, la lanzaría hacía arriba para dar el primer golpe con el brazo, no era un tiro rápido.