Escucharla se ha vuelto un gusto tan adictivo como elevado, un placer intenso el que experimenta cada que mueve la pelvis, y un deleite que no frena entre más tocara su tan atrayente piel. La mano libre va de inmediato a tomar el seno de Gazella, apretándolo y masajeándolo, con el índice tomando a su gusto el pezón al moverlo y jugar constantemente con aquel. Sus calurosos jadeos eran liberados en la oreja de su pelirroja.
━ Sí... Te follaré hasta que no puedas pensar en otra cosa que no sea en mi... ~
Gimió, como nunca antes le había gemido por el placentero sentir de su cuerpo. Silvanna le despertaba calor, una pasión que se asemejaba al fuego y por eso no quería parar. Su respiración irregular interfiere en los jadeos, el brazo incrementa el gusto nada oculto de Gazella por tener esos agarres por parte de su amada cazadora.
— Si...~ Dame más duro. Quiero pensar en ti, sólo en ti...
Un escenario donde es fácil encontrar adicción hacia cada mínimo gesto de su mujer. No hay forma de que cada embestida pueda ser menos brusca, siempre sacando gran parte del duro miembro solo para azotar con fuerza la pelvis contra su trasero. Un hecho claro lo excitada que estaba, y de como Gazella la dejaba jodidamente caliente, decidiendo entonces usar uno de los brazos para rodearla por el cuello, apretando sin pensarlo dos veces.
━ Espero que te acostumbres... ~ Vas a recibirla siempre que quiera...
Sin sus brazos como apoyo, con Silvanna jalando y sujetando con esa firmeza, Gazella sentía que el vaivén dentro de su sexo era más intenso, jodidamente delicioso. El cabello rojizo caía hacia adelante, cubriendo parte de su rostro y las hebras se agitaban en tanto se movía en sincronía con Silvanna.
— Tal vez...~ Aah. Tú, me estás dando una gran recompensa...
━ ¿Qué iba a hacer si lo sabías? ¿Ibas a dar el culo como lo haces ahora? Nhg-.
Ni siquiera ella misma puede creer la forma en como le hace sentir esa mujer. Su postura fue mas firme, ahora serían ambos brazos los que la más alta sujetaría, suficiente fuerza en su jalón daría, buscando acercarla todavía más.
— ¡Sí me importa! De haberlo sabido antes... ¡Mm-hg!~
Mordió el labio inferior con tanta fuerza, que creyó que se había hecho daño. No era así, sólo la adrenalina del momento la tenía cegada en el placer. Mientras Silvanna le sujetaba el brazo, los senos de la pelirroja vibraban con cada estocada.
Esas embestidas no muestran nada de piedad, esa dureza entraba y salía con fiereza, sobretodo después de escuchar los tan calientes gemidos de esa maldita y encantadora voz. Azotó esos redondos glúteos con una de sus manos, mientras otra fue al brazo de su mujer, jalándolo hacia ella.
━ Eso no importa. Voy a follarte y llenarte una y otra vez, como la zorra que eres...~
Por un rato, conserva el silencio hasta que los gemidos fueron imposibles de contener. Las embestidas eran simplemente perfectas, duras y rápidas como a Gazella le gustaba y no repara en mirar hacia atrás por encima del hombro, sonriendole con esa carga de sensualidad que sentía hacia ella.
━ Todos y cada uno debes... Pagarlos con ese cuerpo lascivo tuyo.
Por no decir que simplemente ansiaba hacerla suya una y otra vez a través de ese brusco encuentro. Silvanna no se haría esperar, su pelvis se mueve con fiereza y las grandes ansias que tenía por ella, un embestir agresivo que les permita escuchar perfectamente cada piel chocar con cada impacto.
— Hg-aah...~ Silvanna, hazme pagar por todos mis pecados.
En realidad, sólo quería entregarle cada centímetro de su cuerpo por el gusto de sentirse suya. Corrompe su voluntad, gimiendo ese nombre con el temblor de sus caderas al recibir ese miembro cálido y punzante. No iba a quedar satisfecha hasta que esa lujuriosa humana lo esté también.
