¿Que cliché de la flor? Tiene nombre de rosa y es rubia, por eso lo digo, no hay nada más de allá ... ¿Piensas que voy a decir alguna mierda cursi?

—Luego de relajar la musculatura de esa zona de los trapecios y nuca, la contraria toma la cabeza de la pelirroja para girar con cuidado y tronar los huesos de esa zona—

Uh!... Así debe sonar ~

Ugh... No seas ridícula, tengo el cuerpo de una reina. Claramente soy una mujer adulta.

— Sabe que es por sus rasgos faciales, tan angelicales como era posible, podían confundir a las personas. Ese era el objetivo, después de todo.
Gaze saca la lengua, aunque Juliana no viera.—

Rose es una mujer y la tratas como a ese cliché de la flor, ya veo. ¿Renunciar? No puedo, es un negocio familiar.

Pues... Tienes aspecto de niña, como de doce años

—Decia, la veía muy chiquita e inmadura, continuaba con sus mansajes pasando sus pulgares por la nuca de la contraria, apretaba de forma media—

Rose es Rose, es una rosa amarilla, hermosa y con espinas. ¿Por qué no renuncias a tu trabajo?

—Intercambian preguntas y respuestas al mismo tiempo, era una dinámica productiva pensó—

Intento ser mi propia jefa, pero todos los que me rodean tratan de pisotearme. Uff...

— Los masajes se sentían bien, a tal grado que sus párpados bajan descansando. De todas formas, continúa quejándose.—

¡No soy pequeña! Hasta te supero en años. ¿Quién ea Rose, por cierto?

Los jefes no sirven por eso soy mi propia jefa... Y a veces soy la jefa de Rose pero es tema aparte.

—Continuaba esos masajes con sus pulgares en círculos—

Oye... Estás muy pequeña para estar así de tensa.

¿Cómo que dura si no tengo...? Ah, mis hombros. Sí, bueno, algo. (?)

— No hizo más que cerrar los ojos. Juliana le agrada, ¿realmente tenía que condenarla a la miseria eterna? Mueve la cabeza un poco, negando.—

Le diré a mi jefa que se vaya al carajo. ¿Verdad que es buena idea?

No hablas claro...

—Se acerca bufando y colocando sus manos en los hombros de esa chica, la hizo voltear para dar masajes a estos hombros—

Da igual, no se que te abruma pero... Estás dura (?)

—Apretaba esos hombros tensos ¿Que le pasaba a esa chiquita?—

— Volvió a mirarla apretando los dientes. Sí, demasiadas risas pero Gazella sabía que era cierto. —

Tú también me caes bien. El punto es que, no debería ser así.

— Suspira de manera exagerada. Oh, el estrés era real. Deseaba desprenderse de su parte humana para no sentir tantas tonterías.— (?)

—¿Que carajos decía esa chica? No lo aguanto—

HAHAHA! ¿Al infierno? ... Pensé que ya estaba allí... Así que aún podemos hablar, vamos me caes bien.

—Sus manos aprietan cada esquina del borde donde descansaba su zona posterior sin retirar la mirada de Gazella pero lo entendía, la chica estaba pasando por un mal día—

Mi jefe me tiene de malas. Me trata como a una niña que no sabe hacer el trabajo. ¡Y yo sé hacer todo, nada mas no quiero!

—Con los brazos en jarras le observa hasta apartar la mirada hacia la nada misma.—

No puedes hablarme más, por cierto. O te irás al infierno.