Sonríe para si mismo, ella le gustaba. El azabache se levanta por fin abriendo un portal en frente de el al girar su palma en la nada.

— Cuida a Gazphy.

Dice como orden dando paso en frente de aquel portal vacío y frío. Una última vista a esa chica en silencio, la admiro una vez más recordando esa silueta en aquella cama. Zephyr devuelve su vista al portal y termina desapareciendo del lugar.

Finalmente se iba y ella podía seguir enojada con él en silencio. En realidad no, su esfuerzo por alegrarla había dado resultado.
Sonríe, dándose la vuelta con el peluche sin nombre en los brazos.

— Ya vete. No te diré nada, es mío.

— Le van a salir bolas cristianas navideñas si sigues pensando en un nombre.

Meterse con ella le daba "vida" el varón tenía una pequeña sonrisa ladina. Con calma se sento en la cama abandonando el cuerpo de ella, se marcharia a realizar sus labores.

— Cuando pienses en uno ¿Me dirás?

Giro su rostro por encima de su propio hombro observando a la mujer que seguía allí.

— Igual mi idea de nombre sigue siendo mejor.

Siempre llevandole la contraria, lo hacía a propósito.

Arruga la nariz, bajando la mirada al peluche.

— ¿Acaso acabas combinar tu nombre con el mio? Hahaha.~ Eres una ternura...

Sarcásticamente responde, pero, no era un mal nombre. Nada más se sentía raro pensar que era, como un hijo de ambos. (?)

— Es mio. Le pondré el nombre que yo quiera, demonio.

— No te quiero dar tiempo ni para respirar...

Junta nuevamente su frente a la contraria volviendo a dar un nuevo beso corto. Concentra su mirada al bajarla en el afelpado peluche.

— Una mujer dominante tranquila...

Comenta para si mismo en sonrisa recordando las palabras de Gazella.

— Puedes llamarle Gazphy —.Dio cómo idea acariciando uno de los cuernos del peluche—

— Me gustan las mujeres más tranquilas.

Dijo con malicia, pero era cierto. Más se silencio cuando él la besa, tan invasivo y seductor como siempre solía ser.
Gazella no dice nada sobre esto, pero se ríe mirándole fijamente.

— No me diste tiempo ni para pensar en un nombre...

— Soy mucha mujer para ti mjmj ~ no aguantas mis maltratos.

La toma de esas mejillas que sacaban esa lengua traviesa. Esos orbes rojizos se posaban en los suyos.

— No te acostumbres tanto a un hombre...

Un beso atraparía aquella lengua luego de hablar, el varón seductor jugaría suave con el de la contraria saboreando su saliva, tanto, que al separarse dejaría un pequeño hilo entre los dos. El rostro ajeno seguiría cercano al de ella sosteniendo aún esa mirada ajena.

— ¿Ya pensaste en un nombre?

Gazella no podía creer lo que oía, tampoco el hecho de estar siendo tratada así, en un escenario cariñoso. A pesar de no haberse movido, con el peluche estrujado entre sus brazos, miraba a Zephyr con un pronunciado tono rojizo en las mejillas.

— Ignosco tibi, cretin.

Dicho ésto, sonríe para luego enseñarle la lengua.

— Me agradas más cuando eres hombre.

Se acomodo moviendo su robusto cuerpo al de ella en esa cómoda cama, su mano atrajo la cadera femenina arrimando su cuerpo al de él, volvió a subirla y a continuar esas caricias en su cabello colocando su frente junto a la de ella.

— ...

Eleva sus orbes rojizos a los contrarios manteniendo ese silencio, el varón sonríe un poco ladino. La presencia del rostro de Gazella le gustaba, sentía su energía.

— paenitet, pretiosa

Egocéntrico, ególatra, egoísta, altivo, pero lo hizo. Elevó aquella boca suya dejando un beso a su frente, tenía arrullada y posesivo a la mujer entre su cuerpo, por supuesto el peluche en el medio de ambos. El cuerpo del más grande emanaba calor naturalmente.

— Tendrás que seguir esperando, estoy en algo más importante.

Alzó el rostro al sentir las caricias, ligeramente sonrojada al afirmar con la cabeza.

— Ya sabes que me gusta, pero sigo molesta contigo. Además, no soy una niña pequeña... Disculpate como un hombre, a ver.