*El can pelaría los dientes gruñendo de manera amenazante, al tener tanto de frente a la guerrera amazona, como al felino, lo único que pensaba en ese momento aquel perro, pese a la advertencia previa que le decía la semi diosa sobre su presunto hijo, es que se estaba metiendo en terreno equivocado, o al menos esa es la impresión que le daba al animal, algo que no hacía mas que calentarle la sangre. El animal no pensaba en otra cosa que no fuera en hacer trizas al gato, costará lo que costará hasta sus últimas consecuencias*