*El can pelaría los dientes gruñendo de manera amenazante, al tener tanto de frente a la guerrera amazona, como al felino, lo único que pensaba en ese momento aquel perro, pese a la advertencia previa que le decía la semi diosa sobre su presunto hijo, es que se estaba metiendo en terreno equivocado, o al menos esa es la impresión que le daba al animal, algo que no hacía mas que calentarle la sangre. El animal no pensaba en otra cosa que no fuera en hacer trizas al gato, costará lo que costará hasta sus últimas consecuencias*
-La Amazona estuvo a un paso de abrir el portal para llevar a su hijo felino al coliseo para demostrarle que estaba orgullosa de él hasta que... cómo hubiese sido invocado un contricante para su amado y rebelde hijo, que es su mascota en realidad. Aparece un perro agresivo y bravo que reta al felino, jamás lo habia visto en su vida. La mujer se arrodilla para sentarse al lado de Tasmania y mirarlo, percibiendo la ira del gato y su ansias de ir a enfrente al can si está sigue provocandolo más.-
Tasmania... Sé que un gato valiente y con espiritu guerrero es capaz de intimidar a un perro gigante. Una vez, luchaste contra un gallo. ¿Seguro que puedes enfrentar a ese perro rabioso?.
-Dirige su mirar hacia el perro, mirandolo segura y hasta desafiante. Ha enfrentando a miles de criaturas, bestias, monstruos y alienígenas. Podía lidiar con ese perro pero está retando a Tasmania.-
Perrito. Mi hijo es muy fuerte, valiente y nunca te dejará en paz. ¿Seguro que quieres que sea tu oponen
*Como era de esperarse, y debido a que desde tiempos remotos, tanto perros como gatos por su naturaleza y ser considerado algo así como enemigos naturales el uno del otro, es que al escuchar los ladridos del can, que amenazaba con amedrentarlo*
*Se podía sentir cierta tensión entre ambos animales, mientras el felino amenazadoramente se le erizaba la piel y pelaba los dientes hacia el otro animal*
*Al parecer no había necesidad de que el felino fuera llevado a un coliseo, puesto que inmediatamente llegaba un perro a armar alboroto para ladrarle al otro animal, con ganas de destrozarlo, dado que perros y gatos no se llevaban entre sí, todo parecía que el conflicto entre ambos animales, llegaría a un punto crítico*
Mi amado hijo... Todo un guerrero. Me da tanto orgullo!... Un día de estos, te llevaré a un planeta alienígena, en un coliseo sólo para los más valientes.
