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-Indudablemente, quería saber de esas voces, posiblemente al menor descuido de ambos adultos, ella podría alejarse e indagar más allá delo permitido. Mientras ambos hombres hablan, su mirada no dejaba de estar perdida en sus pensamientos y fija en aquella hubicación. Las voces resonaban en su mente.-

-S-si,.. y-yo... v-veo a-ah-hí...-Respondió acorde a su limitado lenguaje, cambiando rotundamente el tema cuando aquel hombre de oscuro y fruncido semblante hizo aparición, prontamente Sapphire respondió acorde al azabache que le mantiene cerca.- -J-jug-go... n-n-ar-ran-anj-ja... -Respondió inclinando leve su mirada, viendo a su alrededor, y en especial, esa zona dónde escuchó las voces.-

-Al haber clientes en la barra, el hombre no discutió en el pedido de ambos, sirviendo con gran agilidad y destreza entre la barra, sirviendo una proporción adecuada. Entretanto, Sapphire sujetó la gran copa que contiene el jugo adornado con un popote y una pequeña rodaja de naranja.- - G-gr-rac-ci-ias... -Dijo con esos palpables modales, bebiendo con gran deguste y viendo de reojo al hombre que no les quitaba la mirada, una que era amenazadora, o al menos, para Sapphire lo es. Durante aquellos momentos, la angustia, la duda, la incertidumbre y la curiosidad comenzaban apoderarse de ella.-

¿Entonces tu tambien los puedes oir? No se si los puedes ver tambien pero te aconsejo que si no quieres terminar como "ellos" te vulvas a sentar y bebas o comas algo, al menos asi estaras protegida por ser "una cliente"

-Mencionaba Garou al hacer sonar la campanilla y sin previo aviso aparecio un hombre que parecia mas un leñador por su larga barba rojiza y unos ojos profundos que por alguna razon no reflejaban nada en ellos nisiquiera la luz del local.-

Sergey, sirveme lo de siempre un Shop de 75 cl y para la srta... no se si ella querra algo...

-Voltea a verle con una pequeña sonrisa esperando que la pequeña volviera a sentarse y pidiera algo al tipo frente a ellas aunque su apariencia era la de una persona corriente la verdadera forma del dueño no es lo que mostraba la portada del libro.-

-Pérdida en sus pensamientos, Sapphire no prestaba atención a su alrededor, aparentemente nadie saldría atender. Antes de la llegada del azabache sintió una sensación extraña, alguien o algo la estaba mirando, es en ese preciso momento cuando escuchó: "Mira lo que tengo, te va a gustar. ¡Anda, te va a gustar!". -Repetía aquella voz incitando a la menor a bajar de su asiento y dirigirse a una zona específica de la barra. Sin embargo, la llegada y voz de aquel azabache irrumpieron en esa trayectoria.-
- ¿Humm?... -Volteó a verle, nuevamente curiosa en aquellas voces que parecen intercalarse unas con otras e invitándola a ir con ellas.- -V-vo-oy... al-llá. -Señaló con aquella notoria tartamudez y dificultad en la comunicación.- -E-ell-los... -Señaló hacia esa dirección e indicándole al mayor la inquietud que siente.-

-Luego de haber terminado su rutina de ejercicios luego del cierre del gimnacio se dirigio a un Bar que solía ser bastante tranquilo puesto que era un lugar conocido por antiguas muertes aunque tendrias que vivir en ese sector para conocer las leyendas, incluso se decia que el dueño del bar fue asesinado porque se quedo solo sin darse cuenta y ahora su espiritu servia a los pocos clientes que tenia. Garou bostezo y se estiro un poco antes de entrar y que la campanita de la puerta sonara cuando una persona entraba.-

Uhm... Es extraño ver a alguien tan joven por aqui a estas horas.

-Comentaba despreocupadamente sentando a una silla de distancia de la pequeña pues no queria que lo tacharan de acosador. En ese momento tomo una campanita dorada y se la lanzo deslizandola por la barra.-

Srta, si desea ordenar algo debe hacer sonar esa campanita presionandola, al igual que en los hoteles. Aunque... me sorprende ver a alguien tan joven aqui... ¿La desafiaron a venir?

-Sapphire había tenido un día bastante abrumador y traumático dentro de las paredes del colegio, y en respuesta, optó por alejarse de aquel ambiente, saliéndose del colegio a escondidas y ahora vagando en soledad por la calle oscura, solitaria y sin algún rastro de vida. Prontamente, vió un local abierto, o mejor dicho, una cantina, y sin pensarlo, apresuró el paso acercándose a la entrada de la cual abrió la puerta y se adentró.-
-.....
-Guardó silencio acercándose a la barra, aparentemente no había quien atienda.-
-H-hol-la...
-Tartamudeó, tomando asiento sobre una de las largas sillas y volteando de un lado a otro.-

[ Nuevamente disculpa por mover el post, podemos seguir aqui. ]