Se rumorado que el sendero más difícil de encontrar es el más corto, además del más correcto, pero se torna complicado cuando no se tiene definido el concepto de sendero, como ruta, para llegar a donde se espera. Y es ahí cuando entra la imaginación, para intentar resolver todas las dudas que fuera de la fuerte palabra del destino incansablemente se plantea.
Memoriza lo que ha tocado, respirado, oído e imaginado, sin importar si vienen consigo recuerdos felices o no tanto. No puede medir el peligro; aunque no está sola, tal vez habrá quién le acompañe.
En plena adolescencia está convencida que existe la magia: lo sabe, lo estudia y lo puede comprobar. No teme de las reacciones ajenas cuando vuelve reales increíbles maravillas, pero por respeto hace lo posible por esconderse.
Para ella no existen los límites; para los demás, ella no puede ver.
Básicos...
Galeana du Rosford, alias Galy/la ciega/la gusana/ es una joven invocadora, de aparentes 14 años; ni de izquierda ni derecha, es aferrada -pero no por eso cerrada a- sus ideas de la niñez. Es de tez blanca, cabello castaño y ojos violetas. Mide 1.60 metros y su peso es de 55 kilos/121 libras. Suele caminar descalza y siempre porta un bastón para orientarse.
Familia...
Hija única de una pareja poderosa, influyente y conservadora. Fue nacida en cuna de oro hasta los tres meses. Perdió todo cuando la traición llega a su hogar, obligando al padre de familia asesinar a su esposa, y en el intento de asesinar a la niña, fue arrebatada de las manos de su padre por quien inmediatamente después se convirtió en su tutor.
Con el paso del tiempo ciertas personas se apropiaron de su cariño, mención especial a Sara Alacor, quien fue su mejor amiga y con quien inició una relación un tanto inesperada.
A Galeana no se le conocen otros parientes de sangre. Adora por completo a todas sus mascotas, bestias y personas a quienes invoca, de tal forma que saben qué piensa ella y viceversa.
Religión...
Conciliación entre politeísta y panteísta. Cree en las energías universales y en sus distintos cuerpos gobernantes, que se renuevan y se apoyan entre sí para mantener el equilibrio en los distintos planos visibles y no visibles.
