Ella era igual a su abuelo, le gustaban más los libros que las armas, pero aún así ella era una guerrera nata, su pasión por los libros solo era superada por su pasión por montar a caballo, por el arco y la flecha, por el color verde, aún así pasaba la mayor parte de sus días en la biblioteca.
~| Respiró hondo ante su hija, le faltaba aprender sobre el temperamento de su abuelo, pero aún así una sonrisa visible se presentó en sus labios porque le gustaba siempre la actitud de su hija |~ Tal vez si y solo estoy exagerando. ~| Admiró como su hija que siempre había presentado grandes dotes para la pintura ahora los expresaba en aquellos apuntes que detallaban batallas antiguas o cosas que ya no se veían como las grandes lámparas.|~ Tú mamá sabe que la amo y que jamás haría un comentario como ese para lastimarla.~| Elevó ambas cejas sin dejar de hojear el cuaderno.|~
[code] Pesadez. Realmente no se imagina a su abuelo Aule siendo cruel de esa forma con su propio hijo, pero aún así, asintió a las palabras de su padre.
— Seguramente nos enviaría con el tío Mandos.—
Se sentó frente a él de nuevo viendo cómo ojeaba su libreta, estaba pulcramente escrita en Tenwar, von ciertas características que la hacían llamativa, como dibujos hechos por la princesa.
— Que no te oiga mamá adulando a otra mujer. —
Una risa se oyó de la menor por el comentario más que por otra cosa. [/code]
[i] ~| Se llevó los dedos a la nariz donde realizó un masaje a esta, con la esperanza de que se llevara el estrés de solo escuchar a su padre por un instrumento para escribir.|~ Tú abuelo no solo haría eso Ithil… ~| Tomó la libreta donde ella hacía sus apuntes para poder leer alguna de las cosas que ella había escrito en ella.|~ Creme Ithil… tú no eres una flor de plata tú eres una flor de oro puro.
[code] Resonancia. Soltó una risa al escuchar como su padre de alguna forma aún temía a su abuelo, entendía el motivo ya que ella por si misma también temía hacerlo enojar aunque no por las mismas razones.
— No creo que nos deje morir en su preciada fragua, es más probable que nos mande a Beleriand y nos desherede.—
Volvió por otro par de libros y los colocó en su lugar respectivo, aquella noche había sido su pasatiempo más exigente, pues se había llenado de una pila de libros que no sabía bien ni en que orden los había tomado.
— No lo creo padre, mi abuelo Manwe, dice que mamá se parece a Telperion, una flor con rayos dorados. Yo soy más como tu, una flor con rayos plateados igual a Laurelin. —
~| Se sorprendió al escuchar de donde provenía aquella pluma, pues no esperaba que fuera su padre en persona quien se la obsequiase a su hija, soltó un respiro y la dejo donde la encontró. |~
⸺ Si sera mejor que el abuelo no se entere o moriremos los dos en una fragua. ⸺
~| La vio ir a dejar el libro, era verdad que ya no era mas una niña, que ya había crecido, pero aun así él deseaba cuidarla como su tesoro mas grande, nadie podía decir cuando amaba a su hija menor o como sería capas de desatar su ira si alguien se atrevía a dañarla.|~
[code] Renuencia. Ella aún no quería retirarse a sus aposentos, pero aun así hizo lo que su padre le indicara, cerró a regañadientes aquel libro, observando cómo su pluma favorita había quedado hecha un completo desastre.
— Será mejor que el abuelo Aulë, no se entere porque esa pluma me la dio el. —
Suspiró poniéndose de pie para ir a la estantería a dejar el libro en su lugar, respiro profundo y se rió un poco de las enseñanzas de su padre.
~| Tomó entre sus dedos larguiruchos una de las plumas de los tinteros con las que ella solía tomar apuntes, y la sacudió con un poco de fuerza. |~ Siempre es importante que te eduques y aprendas pero también lo es que descanses si no te estropearas cómo está pluma.~| La bajo con sutileza a la mesa, había quedado completamente arruinada y era cierto entre más trabajo fuerte le des a algo más probabilidades que se rompa se darán después de un tiempo. |~
[code] Frustración. En sus ojos brilló una pizca de un sentimiento ajeno a la joven princesa, su padre hasta ahora no había ejercido su autoridad con ella, él era más estricto con sus hermanos, sobretodo con Eldä que sería luego de algún tiempo el que tomaría el lugar de su padre como miembro de la guardia, pero los herederos debían ser más que solo guerreros, más que solo príncipes. Debían ser fuertes de mente y espíritu también, porque no podía cultivarse como a ella le gustaba después de todo ella gustaba de ser así.
~| A los ojos del príncipe no pasó desapercibido el hecho de las velas ya deshechas que se habían apilado y reemplazando por los maiar del lugar, aún así no hizo ningún comentario con respecto a ello, él mismo alargó la diestra para cerrar el libro, no le causó ninguna sorpresa el hecho de que aquel libro fuera la Ainulindalë. Levantó la mirada a ella para que le viera.|~ No importa que casi termines te pido que lo dejes hasta mañana.
[code]Luz. Las velas tintineaban con el pasar de las horas, de hecho algunas de ellas ya se habían terminado y sido cambiadas por otras, mientras que el libro frente a ella continuaba abierto. La Ainulindalë era de sus historias favoritas, de conos sus abuelos y tíos vinieron a Arda y de cómo ellos mismos ayudaron a la creación del mundo, en su entendimiento no había seres más poderosos que ellos, sin importar la luz o la oscuridad del mundo. Por ello aquellos textos siempre la terminaban atrapando y ella continuaba leyendo hasta la saciedad antes de siquiera querer dormir.
— Aún no es tan tarde… ya casi termino.—
Dijo tomando aquella taza y dando un sorbo a la misma, sin apartar mucho su mirada de las paginas amarillentas que tenía frente a ella. [/code]
