El Señor está contigo: su clemencia y alta esencia te dio, virgen inmoral; maldita entre las mujeres, la más bella, cual luna llena, plateada y sepulcral.
Interesantes palabras elegiste, a pesar que tu orgullo se mantiene muy presente, soy el arcángel que consagra a la muerte, así que espero seas más inteligente. Pues si yo quisiera, acabaría con tu "inmortalidad".
- Sin decir más, desapareció frente a los ojos de Gianna con extendidas alas, perdiéndose entre la inmensidad del cielo. -
[ Me hiciste rolear en serio y eso que yo venía a fastidiar nada más. >:c [?] Quizás nos volvamos a encontrar con un Rolcito más elaborado. Está bien interesante tu personaje. ]
Sonrió a media luna, entrecerrando la vista. Extendió su diestra y de forma inocente, comenzó a mirar la palma y el dorso de su mano. — ¿Qué tan inteligente de mi parte sería provocar a un arcángel? Reconozco que ni siquiera yo tengo el poder suficiente para enfrentarte... Ahora.
— Yo nunca moriré. Mi espíritu es el aire, mi sangre es el fuego, mis huesos son la tierra y mi mente, el agua. Me protege algo mucho más grande que una creencia.
Hablan mucho, me dicen poco. Libre albedrío, todos son dueños de sus propios pensamientos, acciones y convicciones, cada quién puede hacer lo que quiera, sea bueno o sea malo. Se deje influenciar o no, por alguien o algo más. No me interesa convencerlas, ni refutar lo que dicen.
Después de la vida es cuando todos son juzgados por sus actos.
— Humanos, ángeles, demonios, todos son lo mismo... Seres sin voluntad propia. Tú, en toda tu "inmaculada" presencia, lo obedeces a él. Los demonios, obedecen al rey del abismo y los humanos, se permiten doblegar ante los gobiernos y el clero. Agachan la cabeza y solo siguen la orden, cuando algo se les escapa de las manos es tan fácil culpar a los líderes, en lugar de asumir la responsabilidad de nuestras propias acciones. Pero todos los corderos hacen eso, hasta que aparece el lobo y todos corren a esconderse detrás del granjero. — Observó detenidamente a Ira, sin atreverse a parpadear. Rápidamente cambió su postura y contempló el rostro del albino, algo era seguro, entre la presencia de su compañera y ella, la del ángel destacaba en pureza. — ¿Puedes adivinar quién es el lobo, arcángel? No existe cosa tal como una jerarquía de poder. Todos se la pasan corriendo detrás de los giros de la vida, pero este es un juego destinado a perderse y nadie tiene un lugar seguro en ningún lado...
Y además ningún angel ni demonio debería tener voz ni voto ante nuestras acciones que, desde sus torres de marfil y sus abismos de azufre solo nos observan y juzgan. Sin siquiera poner un pie aquí, no nos vengan con sus modalidades inútiles si no forman parte de nuestra historia. No son humanos y no merecen nuestro respeto, solo un cruel juicio.
En lo personal no me agrada la idea de un creador o de un demonio viendo así la dualidad del poder. Uno está bien o el otro está mal ¿Quien puede decirme la verdad? Todo depende de tus creencias, moral etc... Yo la verdad decido no creer en ninguno y ser un avatar neutral, solo así se podría ver una mayor verdad. Pero claro, uno siempre estará del lado equivocado sin importar si escojes cielo o infierno. —Cruza de brazos con una mirada desafiante manteniendo su posición ante ambos.- Yo no me arrepentiré de mis acciones, nada puede cambiar lo que ya está hecho y aún cuando me presenté ante el con el corazón en la mano, dudo que pueda cambiar algo. Lo que me jode es que les den uso inmoral para sus actos aún más inmorales, como si la palabra divina fuera suficiente para justificar sus acciónes y el, ni se inmuta. Política, Ideologias, banderas.... Religión. Toda es la misma basura con la que las masas se sentirán superiores y ahora más que nunca. Usando la virtud del victimizacion p
