— Prefiero una tercera opción... darle algunas plantas junto con unas pociones a la bruja...Y preguntarle si ha estado tan ocupada como me prometió después de que le di cierto singular libro —
Sus ropajes eran completamente distintos a las dos primeras veces que le había visitado, pero la mujer podía reconocer claramente esa aura y esos ojos carmesíes de pupilas rectangulares, además, era la primera vez que lograba llegar a encontrarla en su morada.