Mi mamish me dishe ashi. -Hablaba con la boca llena de manzana, acumulando un poco en sus mejillas las que se veían más grandes de lo usual.- Me gushta comersh musho po'que así sheré rande como mami.
-Sus cejas se alzaron con preocupación. Tal vez si la había hecho enojar bastante.- Eh...¿bayita? ¿eso es una raza o qué es una bayita? Come más despacio, te puedes enfermar, pequeña.
-Como muestra de su enojo, la pequeña elfa dio varias mordidas seguidas a la manzana porque según ella, haciendo eso la haría ver cómo una niña más grande.- ¡Sip! Por eso puedo cuidar del bosque, porque soy una bayita rande.
¡Espera espera no te enojes! -Tuvo que aguantar la risa por respeto a la niña, y con la boca medio llena asintió.- ¿Una princesa? ¡Oh! Tienes toda la razón, puedes con eso y más, pequeña princesa.
¡Soy una niña rande! -Infló los cachetes lo que las pudo hasta que ambos se quedaron colorados por la fuerza.- Mamá no está, se fue de viaje así que yo estoy cuidando esto. ¡Soy una pincesa! Las pincesas podemos cuidar el bosque. -Tomó otra vez su manzana ya mordida para volver a comer.-
¿Quiere una? Está bien. -Deja la manzana a medio comer en un lado de la canasta y saca otra intacta para dársela a la chica rubia.- Sip, estoy cuidando el bosque.
