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[code]¿Qué podía hacer? ¿Qué podía hacer?

Con la mano derecha se apunto hacía si mismo con el dedo pulgar, fuera de la confusión que pudiera haber en su interior en ese momento no podía quedarse dando esa apariencia de ser un mero npc en ese lugar, no no, para nada, tenía que hacerse notar y por eso tenía que mostrarse distinto a lo que tenía en su cabeza.

— Mi nombre es Sans y estas en mi territorio — Esperaba que este comentario no fuera tomado como una provocación o como si la estuviera corriendo de ese lugar, solo quería quedar bien en el momento, luego se encargaría de investigar mejor las cosas, conocer un poco más de ella y entender un poco mejor lo que ocurría y porque le habíra provocado todas esas cosas en la cabeza[/code]

-La verdad no tengo ni idea, a pesar de las veces que ha pasado por esto realmente nunca ha entrado en detalles sobre qué diablos estaba haciendo antes de caer aquí.- Dijo con el ceño fruncido, encogiéndose de hombros al no poder responder una pregunta que en esencia parecía ser una muy sencilla. Prestó atención a lo que le estaba diciendo, dándose cuenta de algo más respecto a esa Frisk diferente con esa pequeña confesión. -Alphys es la actual científica real del subsuelo. Si alguien tiene el equipo necesario para analizar qué es lo que puede estar pasando con esas flores raras, uno supondría que es ella.-

Dijo, pronto siguiéndole el paso de cerca a la menor cuando ella había empezado a avanzar. -Pero espera, espera ahí un momento.- Se adelantó un poco, pero en lugar de frenarla caminó de reversa frente a ella para poder seguir viéndola mientras avanzaban. -¿Perdiste contra Undyne? Espera, ¿cuántas luchas has tenido en tu mundo? ¿y a cuántas de ellas sobreviviste por tu propia cuenta?- Preguntó con gesto un poco más preocupado, la sonrisa en su rostro algo torcida al temer que la respuesta no sea tan alentadora y que esa versión de la niña que conocía no hubiera heredado el mismo aterrador talento.

Observaba cuidadosamente hacia adelante y a los costados, prestando atención a cada detalle en caso de que alguna invitada floreada y non grata estuviera acechando cerca de ellos. Todavía se estaba debatiendo qué tan pronto debería aclararle a la menor que no podía volver a caer en algo como lo de la anterior vez, y en realidad estaba apunto de decirle pero fue interrumpido por esa pregunta. Se mordió la lengua y si hubiera estado bebiendo algo estaba seguro de que lo habría escupido a una distancia digna de romper cualquier récord mundial. -¡No, claro que no! Frisk es una niña, tú eres claramente mayor que ella, pero nuestra Frisk es una enana tamaño bolsillo. No sé cómo funcionan las cosas allá pero aquí eso está mal, muy mal.- Explicó con rapidez, sin ocultar su indignación y sosteniendo una mano en el aire para indicar qué tan baja era la persona a la que se refería, realmente estaba exagerando ya que no pasaba del metro, pero en su mente la veía así.

Se aclaró la garganta ruidosamente, tragando el nuevo sabor agregado de la sangre conseguida al morderse la lengua, y se acomodó la chaqueta un poco. -Y ya veo, supongo que es un mundo extraño después de todo... Espera, ¿las cosas funcionan así en todo tu mundo?- Preguntó, deteniéndose de pronto, pensando en algo como una posibilidad. -¿Qué hay de gente de aquí que no es combatiente, como Alphis?- Preguntó sin dar más detalles de la que en su mundo era nada más que la jefa de investigación científica, siempre teniendo en mente a aquella entidad que alguna vez había ocupado aquel lugar.

En cuanto pudieron estar frente a frente le extendió una mano esperando un saludo normal, pero entonces sintió el tirón dado por la menor y realmente no teniendo motivo por el qué oponerse se dejó arrastrar por ella, haciéndose realmente ligero por el momento y observando el entorno con calma en lugar de decir nada. Supuso que el que ella conociera ese lugar no era tan extraño, considerando que venía de un mundo quizás no tan diferente, pero entonces escuchó la explicación ajena. Guardó sus manos en los bolsillos de su chaqueta y le prestó atención mientras hablaba, su expresión sonriente sin quebrarse ni por un momento en el que terminó por emitir un pequeño suspiro.

-Así que esa es la historia detrás de esas cosas. Ya veo.- Dijo con la misma tranquilidad de siempre, como si ese detalle fuera lo único que realmente había atrapado su atención de entre todo ello. -Debe ser algo problemático tener que vivir con eso. Pero tranquila, te estás agitando demasiado rápido.- Le dijo con una amplia sonrisa, dándole una palmada en el hombro a la menor antes de caminar al lado de ella y pasar de largo con pasos tranquilos, perezosos. -No sé sobre ese loco plan que tienes, pero estoy seguro de que Frisk estará bien en tu mundo. Cuando llegó acá ya era bastante... peculiar, y el tiempo que pasó bajo el suelo la ha llevado a una liga por completo diferente. ¿Si Frisk logra conseguir su final feliz en tu mundo? Kid, nadie será capaz de tocar a esa reluctante genia del combate.- Dijo, mirando a la menor por encima del hombro, su voz y su sonrisa demostrando algo que no solía expresar por nada ni por nadie, mucho menos de manera abierta: Respeto.

No se volteó a pesar de haber escuchado lo que dijo la flor, no estaba seguro de si patraña había sido creída o no y todavía necesitaba acortar todo lo posible la distancia entre ellos. Quizás así tendría una oportunidad para actuar antes de que la flor pudiera reaccionar. Pero entonces sintió los suaves dedos de la menor alrededor de una de sus manos y entró en alerta, ella era la que había acortado la distancia de golpe y al girar para encararla el brillo azul en uno de sus ojos duró solo por un instante.a -Oh, con mil de...- Y de pronto se rodeó a sí mismo en oscuridad, como si el resto del mundo hubiera dejado de existir. Caminó con calma y en medio de la nada absoluta se abrió una puerta por la que pasó como si fuera algo rutinario.

Estaba de vuelta, tiempo atrás y en otro lugar. Suspiró profundamente y caminó de vuelta a su sitio correspondiente, el mismo lugar al que siempre llegaba, al otro lado de la puerta subterránea, en medio de aquellos árboles nevados. Pronto escuchó los acelerados pasos de alguien bastante ligero y no tardó en verificar que se trataba de la menor. No había tiempo que perder. -Por lo visto no estás teniendo un buen... día.- Dijo primero desde el interior de la oscuridad brindada por las sombras del bosque para luego terminar a la vista a unos metros por delante de la menor. Pero sus palabras se vieron brevemente interrumpidas cuando la vio, notando de inmediato que no era exactamente la misma visión de antes, algo había cambiado en ella y aunque no podía atinar a qué se trataba, le estaba incomodando en lo profundo de su conciencia.

Encontrarse con esa persona provoco cierta sensación en Sans, sin siquiera mezclar palabras tuvo una mezcla de sentimientos, mismos que subieron hasta su cabeza, que hicieron que todas las ideas se le llegaran a revolver en el cerebro.

Imágenes pasaban en forma rápida por su cabeza, todas iban tan rápido que no llegaba a poder darles forma o sentido, pero en todas esas, la persona que veía salir de las ruinas estaba presente, es lo único que podía llegar a reconocer.

Lamentaba que no estuviera su hermano a su lado, quizá este le sacaría de ese momento absorto en sus pensamientos con algún mal chiste o un comentario sin sentido, pero ahora tenía que estar ahí, en silencio, con esa mirada de tonto.

Una vez que esa persona se puso delante suyo, solo le miro, nada más, ese golpe de imágenes en su cabeza provocaba que no tuviera palabras que articular en ese momento, ni siquiera como saludar.

Por un momento, el que siempre hablaba se quedó sin palabras.

Había logrado convencer a su hermano de que la menor no se trataba de un humano, y aunque estaba aliviado de poder saltar ese pequeño obstáculo por el momento no pudo evitar el soltar un pequeño suspiro al escuchar la manera en que ella había elegido despedirse. Aunque también estuvo agradecido de la naturaleza de su hermano, que en lugar de sentir sospecha se había limitado a responder con un animado "¡Gracias!" mientras se alejaban. -¿A dónde? No sé tú, niña, pero personalmente tengo hambre así que no me vendría mal una...-

Interrumpió sus palabras al girar y encontrarse con esa visión, apenas llegando a registrar las palabras de la menor. Realmente no necesitaba pensarlo mucho, aunque nadie pudiera notarlo a primera vista, para él era realmente sencillo distinguir a ciertas entidades del subsuelo, y una de ellas era Flowey. Afortunadamente, por más curiosa que fuera su propia presencia, él mismo nunca se había mostrado como nada más que un simple holgazán. -Huh, vaya cosa. Entonces supongo que tendré que guiarlas a ambas, que problemático.- Dijo, encogiéndose de hombros, actuando como si hubiera creído por completo en lo que la menor le había dicho y volviendo a mirar hacia adelante, aunque reduciendo un poco la velocidad de sus pasos como quien se resigna a una jornada larga. Esperaba que el uso de esa palabra, "guiar", fuera suficiente para no solo convencer a la flor sino que también atraer su atención por el tiempo suficiente.

No era de lo más complicado convencer a su hermano si le presentaba los argumentos adecuados, por más ridículos y falsos que estos fueran, y realmente estaba a punto de lograrlo cuando escuchó la risa detrás suyo. Tanto él como Papyrus terminaron por ver a la fuente de esas carcajadas, observando en silencio ante la ligera sorpresa que les dio el momento. Quizás su hermano no lo recordara como él, pero a Sans realmente le sorprendió porque ahí estaba otra sorpresa disidente de la Frisk alterna que acababa de conocer. Los sentimientos de la niña que conocía eran fuertes y puros, pero era tan expresiva como una pared blanca.

Decidió aprovechar. -¿Lo ves? ¿crees que un humano sería capaz de hacer un ruido ASÍ?- Dijo, volteando a ver a su hermano y señalando a la menor por encima de su hombro con el pulgar.

[code]-¡HMM! Puede ser, puede ser, eso realmente no sonó muy humano.-[/code]

-Y un experto caballero y cazador como tú no se equivocaría, ¿verdad?-

[code]-No, ¡claro que no!-[/code]

-Entonces lo apropiado sería que esta trompeta vivient-digo, cíclope, y yo sigamos con nuestro camino, ¿cierto?-

[code]-PERO POR SUPUESTO. Después de todo debo seguir vigilando el momento en que el humano llegue para tenderle una trampa ¡y no hacen más que meterse en mi camino!-[/code]

-Ajá, y estorbarte en tu importantísima tarea es lo último que querría hacer. ¿Escuchaste, enana? vamos, que tenemos el paso libre.- Dijo, mirando por encima de su hombro antes de continuar con su camino, pasando al lado de su alto hermano.

[code]-Circulen, circulen, no hay nada que ver aquí. Ah, ¡y fue todo un gusto, cíclope!-[/code] Dijo el alto esqueleto, su honesta sonrisa plasmada en el rostro y agitando una mano, como siempre olvidando momentáneamente su supuesta seriedad de caballero en servicio.

La escuchó con media sonrisa, ligeramente agradecido por la preocupación que parecía tener la joven al hablar de la Frisk faltante, pero se encogió un poco de hombros. -Oh, ella puede defenderse muy bien a sí misma. Realmente no le gusta pelear, pero tiene una especie de talento endemoniado. Corre en círculos más rápido de lo que cualquiera podría moverse para ponerle una mano encima.- Dijo, elevando una mano al aire para agitar el dedo índice en círculos rápidos como ilustración. -Pero habría sido un problema si se hubiera encontrado con un nido de criaturas rabiosas, ¿entiendes?- Dijo con un pequeño suspiro, realmente preocupado únicamente por el impacto emocional que podría suponer para la persistente niña de ojos cerrados.

Notó que la menor estaba por decirle algo y se giró por completo para verla pero entonces escuchó también la risa de su propio hermano y sus hombros se cayeron un poco. Realmente había olvidado todo ese asunto. Escuchó la armadura metálica antes de lo que pudo ver al dueño de esos amplios pasos, pero le dedicó una sonrisa inmediata. -Ah, hey, bro...-

[code]-¡AJÁ! ¡Se acabó tu campaña de villanía, humano! ¡No creas que podrás escapar ahora que yo, PAPYRUS, he llegado!-[/code] Anunció a los cuatro vientos, apuntando directo a la menor con una mano enguantada.

-¿Humano? ¿qué humano?-

[code]-¿Cómo que qué humano? ¡Ese que está tratando de ocultarse detrás de esa lámpara fea!-[/code]

-Ahh, ya veo... No es un humano.-

[code]-¿Cómo que no? Encaja perfectamente en la descripción, ¡dos piernas, dos brazos, una cabeza, piel y cabello!-[/code]

-Ajá, ajá, tan observador como siempre, sin duda. Pero mira bien de cerca, tiene una nariz, una boca, dos orejas y UN ojo. Obviamente es un cíclope.-

[code]-¡¿QUE QUÉ?! Huh... supongo que es cierto que... pero, ¡espera un momento! ¡los cíclopes tienen el ojo al centro!-[/code]

-Oh, vamos, bro, podrías ser más delicado. No sabes qué tan delicada podría ser con su OBVIA deformidad.-

[code]-Oh.-[/code]