Siempre se había menospreciado por que a su edad no ha tenido pareja de manera formal, pero tras escuchar que aquella joven le ha llamado bonita gira su cabeza para ver de quién se trata y agradecer el hermoso gesto el cual aparte de flores trae su vicio, el alcohol mientras acepta gustosa dicho presente.
— Eres muy amable, puedo saber cual es tu nombre, yo me llamo Yor.
— Una mujer bonita, ¡Endulce su tarde! No, no lo vendo, se lo estoy regalando
La adolescente castaña le extiende un enorme ramo de rosas con una botella de vino en medio, pero si se fijaban bien, las rosas no eran reales, eran de chocolate algunas, otras eran frutas cortadas, otras donas y otros postres cortados meticulosamente como rosas. La botella tenía vino, pero era un moldeado de chocolate también, estaba sonriente ante ella.
