La forma en la que debes de cambiar es sabiendo a donde quieres llegar. -Se acomodaría en la cama, sentándose con calma a su lado para así solo señalar hacia el frente.- Imagina que estás en un camino, ya recorriste mucho pero la meta aún no se ve, y hay millones de formas de llegar a esta... Así es como puedes cambiar, tomando diferentes rutas hasta poder llegar a donde quieres. -Acto seguido simplemente soltó una risa un poco burlona.- Soy confiado porque mi naturaleza es ser descarado y arrogante, por eso no debes ser como yo, debes ser como tu quieres ser.
¿Cómo yo quiera? -Repitió aquello porque le parecía increíble. Las enseñanzas hogareñas siempre decían que había formas a seguir para todo, incluso que debía imitar si con ello lograba sobrevivir.- Pero ser como usted sería bueno. Es amable, no teme acercarse a los demás y también parece alguien gentil e intimidante. -Por un momento acomodó su postura, solo para poder sentarse y deslizarse hasta quedar sentada cerca de él donde le observaría con atención.- Lo haré. Mejoraré por mí, para mí, porque eso es lo que me ha enseñado pero... ¿Cómo sé qué debo comenzar a cambiar? Siento que todo en mí está bien, no creo que tenga mucho que cambiar... Excepto ser más abierta con los demás, creo.
-Con la mano derecha haría un par de negaciones ante la cuestión que la mujer le había dicho, solo para soltar una risa un poco burlona pero se excusaría.- No, no es necesario que sea como yo, simplemente mejora a como tú quieras ser. Si te fijas en los demás estarás perdiendo lo más importante. Mirar hacia ti mismo. -Dicho eso se sentaría en la orilla de esa "cama" donde la mujer estaba recostada para así recargarse en sus propios brazos los cuales estarían sirviendo de soporte para su peso.- Siempre intenta mejorar por ti.
La naturaleza de muchas especies es así, mas de aquellas que temen ser cazadas, aniquiladas o esclavizadas siempre será huir y alejarse. -Murmuró y poco después dejó salir un pequeño suspiro, hasta que toda su atención pasó a él, con atención sus ojos lo contemplaron y mostraron esa enorme dulzura que su mirada poseía siempre. Parpadeó un par de veces, lento y finalmente se animó a hablarle:- ¿cree que yo podría mejorar y ser cómo es usted?
Alejarse? Pero si la naturaleza es ser sociable. Conocer otros seres, otras especies para así saber más y mejorar uno mismo. -Le suelta las mejillas para luego tomar su mentón y acariciarle. Pasando su mirada de sus ojos a los labios opuestos.-
-su naturaleza tímida la hizo cerrar los ojos con fuerza ante las caricias que recibió. Las encontró suaves y agradables, por lo que de a poco abrió los ojos nuevamente para mirarlo con la emoción bailando en sus pupilas.- Sí, siempre... siempre he sido así, desde pequeña me dijeron que debía alejarme de los demás. Aparte, admito que su presencia es bastante... imponente para mí.
-Su mirada no se apartó del rostro opuesto, incluso cuando volvió a verle a los ojos se inclinaría para acariciar una de esas rojas mejillas con las yemas de los dedos índice y medio.- Ya veo, es alguien tímida.
Me alegra saber que es... es así. -Por unos instantes le apartó la mirada, mas no tardó mucho en levantar su mirada de nuevo en busca de los ojos del varón.- Es porque me da pena, cuando se acercan mucho a mí me da pena y me pongo así de roja.
¿Eh? -El rostro de la chica enrojeció con fuerza ante la cercanía. Su corazón se agitó por lo abrupto, pero de a poco se relajó. La textura de sus cuernos era ligeramente rugosa, fría y también bastante sólida al tacto. Casi como los cuernos de un borrego.‐ ¿cómo se siente? ¿le agradan?
