Hizo una mueca en cuanto escuchó lo de alguien terminando en pedacitos. Morir sorpresivamente sin poder pelear era lamentable, carente de encanto alguno.
–Suelo venir aquí después de una misión– Acababa de regresar de una expedición sencilla, no hubo nada realmente interesante, no traía ni un rasguño encima, y mucho menos, había tenido que desenvainar su segunda espada. –Estas tres macetas necesitan agua diario, así que debo revisar que fueron regadas como corresponde. –No tenía problema en contestarle, aún si no era un tema que pudiera tener en común con W.

—¡Bien! Pensaste rápido.— Aplaudió un par de veces, en el tercer aplauso, la bomba explotó lejos de ellos. —Aw... ojalá alguien haya terminado en pedacitos.— La sola idea del desmembramiento le hizo sonreír. Se acercó a él, curioseando en sus actividades con las plantas en aquél invernadero. —¿Qué haces?

...!–ya tiene experiencia, apenas escucha el primer click, desenvaina una de sus espadas para golpear la bomba con la parte no filosa, y mandarla lejos, como pelota de beisbol, lejos de él y de cualquier planta. Pobre de quien anduviera por ahí(?)-

-Le arroja una de sus bombas 'caseras'.- !