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— Una cruzada… Yo también tengo la propia a cuestas, y si bien entiendo sus palabras, también las mías han completado vuestra intención, no necesito de un contrato para otorgar lealtad a alguien y menos un pago material, soy apoderado de cuanto he querido y jamás se me han negado los placeres al tronar de mis dedos… Basta con mi naturaleza, o tal vez mi experiencia, tan antigua como la suya o tal vez menor.

† Toma de la copa de vino dejándola vacía, para dejarla nuevamente en la mesa cercana, y metiendo su mano al saco, integra a la escena de negocios una cajetilla de cigarros sacando uno y prendiéndole, para estirar la mano, y ofrecer al demonio.

— ¿Gusta uno?

† Dando tiempo a su respuesta para concluir.

— Mi lealtad solo exige algo a cambio, “amistad” sincera y verdadera, jamás mendigo una sola cosa, y menos un término que se ha prostituido tanto en la actualidad, hablo de la verdadera entrega carnal y celestial entre dos posturas, la capacidad de hablar sin mascaras ante el otro y saber que bastara un llamado, para obtener respuesta, y entonces mi estimado… Usted tendrá de aliado al Jinete Blanco del Apocalipsis.

† El vampiro toma la copa de vino y le agradece con una sonrisa y una muy leve reverencia.

— Así es, hablamos de una reputación que podría, hacer temblar a muchos, y pido una disculpa con unos recientes cambios en mí, me equivoco un poco con respecto a lo que los demás sienten o quieren dar a entender, pero… ha dicho “Alianza” una palabra que sin duda podría ser de mucho beneficio para ambas partes.

† Le da un sorbo al vino para continuar hablando.

— Por el momento solo tengo un enemigo, si se le puede decir así, realmente es por ello que necesite cambiar, para poder ponerle en su lugar, pero si fallase, me gustaría tener a las tinieblas de mi lado.

No debia ser ingenua, todos en ese lugar deseaban algo a cambio, era un hambre por poder constante como poner tiburones en un mismo sitio. Ahora mismo no podia darle una prueba de lo que se vendria, pero tenia su propia ambicion como suficiente. Un mirar fijo hacia el contrario y sin duda sin dejar perder la postura ante el.

-Si lo que deseas es una alianza te dare mi palabra, aun asi espero que la lealtad a los tuyos dure lo suficiente. A cambio te dare un lugar junto al trono...

Habia tirado su ultima carta, aquel plan con el que habia citado al hombre desde un inicio, se daba cuenta que el no era un hombre facil de complacer con palabrerias, pero ofrecer aquello era mas de lo que cualquier soñador se atreveria a decir.

-Pienso que es bueno tener a alguien que sepa bien del modo en que vivimos ahora y sepa usar el poder concedido con sabiduria...tendras privilegios que mi orgulloso padre nunca deseo compartir

* El pelinegro noto el desplante de arrogancia de aquel que frente suyo se encontraba, si bien no requería molestarle o algo similar.
— Su reputación es muy conocida, positiva a mi parecer que no soy juicioso, pero si en algo le he molestado, os pido una disculpa, solo busco amistad.

*De pie ante el demonio hace una pequeña reverencia.
— Un placer lord, soy Hirsch.

Bah, ni que fuese quien para que te sientas así, además siempre me ha gustado tu narración, así que si, seré espectadora gustosa, my dear. ||

Azares muy curiosos diría yo, pero en alegra tenerte de vuelta, siempre ha sido un gusto leerte. ||

Veo gente muerta... Oh, es un espejo. [?]

Gusto en verte de nuevo Flauros. ||