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Sus palabras fueron tomadas lentamente y procesadas en el cerebro de la chica, sin duda era algo que debia tomar en cuenta, dos seres podian pensar mejor que uno, aunque debia tomar en cuenta que todos siempre buscaban sacar un beneficio y en este ambos podian ganar o perder ¿Fallar? No estaba en sus planes y no lo veia como una opcion.

-Ocupar el lugar que deseo va a requerir que me respetes como tal, si te veo como mi igual no intentaras sobrepasar el puesto que obtenga ni usaras el nombre de mi reinado como excusa a movimientos cegados por ira. Mi igual tendra que ver con ojos de sabiduria sobre cualquier cosa y respetar a su gobernante.

Su diestra se movio en circulos y pequeñas partuculas obscuras materializarian una daga, afilada de simple vista y el cuerpo con inscripciones hechas por los cielos, el mango portaba imagenes que alababan a dios, aquel objeto evidentemente no pertenecia al infierno, cualquier demonio o diablo sufriria dolor o muerte de tocar algo tan "santo", sin embargo ahi estaba, en las manos de la chica que estaba decidida a hacerse con el gran reino de las sombras y dolor, aquel infierno de demonios y almas perdidas. Pero no era algo que pudiese extrañar si recordaba la procedencia de su padre; con este hizo un ligero corte en su palma izquierda, lo suficiente para poder sangrar.

-Si aceptas no dejarte guiar por el poder y respetar a tu regente futuro, considerate mi aliado e igual de ahora en adelante....es un juramento de sangre que estoy dispuesta a hacer.

Su mano se extendio hacia el, era un juramento en que ninguno podia romper las palabras del otro, ella no fallaria a su palabra si el no le veia como un titere para tener poder...y ese juramento era el modo en que solo ambos ganarian si estaban de acuerdo.

† El Vampiro escuchaba con atención a su nuevo amigo, y cuando termino de hablar el como buen caballero dejo pasar solo unos segundos de silencio, al final era una negociación, y como tal se tenía que seguir un protocolo.

— ¿Un poco más? A que se refiere con ello, no podemos dejar palabras abiertas a significados múltiples, ya que nos pasaría, como las escrituras del Divino, están tan abiertas a interpretación, que son la palabra de diferentes “Religiones”, un caballero como usted, no podría dejar que eso pasara, las condiciones de lo que requiero son muy simples como ya lo ha percibido, y por el momento solo tengo dos enemigos, uno de ellos, solo se contempla amenaza para el mismo, el otro es un tema más delicado.

† El pelinegro fuma de su cigarrillo, y hace una pequeña pausa en la plática, tenía que dar un poco de seriedad a lo que se estaba tratando, el protocolo siempre era importante.

— Como ya os dije, soy el Jinete Blanco del Apocalipsis, y os he enamorado de una de las más consentidas creaciones del Divino, y como ser “Perfecto” no tolera una falla en su creación, y nos quiere matar, estoy dispuesto a defender a lo que amo a capa y espada, con ello, ahora tengo los poderes que requiero para, dejarle en paz por algún tiempo, o… destruirle, lo que él esté dispuesto a afrontar por no aceptar que se ha equivocado.

† Toma la botella de vino y se sirve, ofreciendo rellenar la copa contraria, mientras con la surda tira la ceniza del cigarro.

— Ahora entenderá porque es delicado el tema, y si bien tanto el trono divino, se encuentra en juego, como el trono infernal, esta “Pequeña” disputa ha de dejar muchos hambrientos de poder, dispuestos a TODO, por un poco de reconocimiento o incluso un título, que tanto usted como yo sabemos que el título es un adorno más a la ignorancia, los hilos se jalan hasta de la más modesta morada.

— Una cruzada… Yo también tengo la propia a cuestas, y si bien entiendo sus palabras, también las mías han completado vuestra intención, no necesito de un contrato para otorgar lealtad a alguien y menos un pago material, soy apoderado de cuanto he querido y jamás se me han negado los placeres al tronar de mis dedos… Basta con mi naturaleza, o tal vez mi experiencia, tan antigua como la suya o tal vez menor.

† Toma de la copa de vino dejándola vacía, para dejarla nuevamente en la mesa cercana, y metiendo su mano al saco, integra a la escena de negocios una cajetilla de cigarros sacando uno y prendiéndole, para estirar la mano, y ofrecer al demonio.

— ¿Gusta uno?

† Dando tiempo a su respuesta para concluir.

— Mi lealtad solo exige algo a cambio, “amistad” sincera y verdadera, jamás mendigo una sola cosa, y menos un término que se ha prostituido tanto en la actualidad, hablo de la verdadera entrega carnal y celestial entre dos posturas, la capacidad de hablar sin mascaras ante el otro y saber que bastara un llamado, para obtener respuesta, y entonces mi estimado… Usted tendrá de aliado al Jinete Blanco del Apocalipsis.

† El vampiro toma la copa de vino y le agradece con una sonrisa y una muy leve reverencia.

— Así es, hablamos de una reputación que podría, hacer temblar a muchos, y pido una disculpa con unos recientes cambios en mí, me equivoco un poco con respecto a lo que los demás sienten o quieren dar a entender, pero… ha dicho “Alianza” una palabra que sin duda podría ser de mucho beneficio para ambas partes.

† Le da un sorbo al vino para continuar hablando.

— Por el momento solo tengo un enemigo, si se le puede decir así, realmente es por ello que necesite cambiar, para poder ponerle en su lugar, pero si fallase, me gustaría tener a las tinieblas de mi lado.

No debia ser ingenua, todos en ese lugar deseaban algo a cambio, era un hambre por poder constante como poner tiburones en un mismo sitio. Ahora mismo no podia darle una prueba de lo que se vendria, pero tenia su propia ambicion como suficiente. Un mirar fijo hacia el contrario y sin duda sin dejar perder la postura ante el.

-Si lo que deseas es una alianza te dare mi palabra, aun asi espero que la lealtad a los tuyos dure lo suficiente. A cambio te dare un lugar junto al trono...

Habia tirado su ultima carta, aquel plan con el que habia citado al hombre desde un inicio, se daba cuenta que el no era un hombre facil de complacer con palabrerias, pero ofrecer aquello era mas de lo que cualquier soñador se atreveria a decir.

-Pienso que es bueno tener a alguien que sepa bien del modo en que vivimos ahora y sepa usar el poder concedido con sabiduria...tendras privilegios que mi orgulloso padre nunca deseo compartir

* El pelinegro noto el desplante de arrogancia de aquel que frente suyo se encontraba, si bien no requería molestarle o algo similar.
— Su reputación es muy conocida, positiva a mi parecer que no soy juicioso, pero si en algo le he molestado, os pido una disculpa, solo busco amistad.

*De pie ante el demonio hace una pequeña reverencia.
— Un placer lord, soy Hirsch.

Bah, ni que fuese quien para que te sientas así, además siempre me ha gustado tu narración, así que si, seré espectadora gustosa, my dear. ||

Azares muy curiosos diría yo, pero en alegra tenerte de vuelta, siempre ha sido un gusto leerte. ||

Veo gente muerta... Oh, es un espejo. [?]

Gusto en verte de nuevo Flauros. ||