« Back to Album · Next »
I remember how hard you tried to kill me...
 
Newest First | Oldest First
Fl1558148 · M
El hecho de hablarle no interrumpió su sonrisa, tan irónica como siempre; de medio lado, apenas dejando entrever su dentadura afilada, intimidante. Como una forma de mantener sus habilidades en reserva - y en previsión a momentos como el presente - Flauros no se hallaba en la gloria de su forma original, sino que representaba al humano gallardo, de corta melena negra y ojos rojizos, que parecía evocar poca o ninguna amenaza. Sería un error garrafal dejarse guiar por esa apariencia.

¿Qué tenemos aquí? ¿Una cazadora de fortunas? ¿Una dulce monjita que cree poder desafiarme? Debería aplaudirte por haber llegado hasta aquí sin un rasguño... Parece que uno no puede confiar ni en sus propios guardianes. Rodarán algunas cabezas apenas termine contigo.

Un nuevo destello maligno asomó a su mirar, confirmando tan oscuras intenciones. Hizo una pausa, antes de añadir.

Dame tu nombre. Quiero saberlo, antes de que mueras y no tengas oportunidad de decírmelo.
Fl1558148 · M
Chordeva se hallaba recobrándose del nacimiento de Miaru, su segunda hija: ¿sería esa la razón por la que justo ahora la guerrera había acudido en busca de él, sabiéndolo con la guardia baja? Como fuese, la silueta femenina delante suyo, y su actitud belicosa, no dejaban lugar a dudas: uno de los dos perecería esa noche. Flauros, aún en una postura indolente (sentado, con las piernas separadas y ambos brazos recargados sobre ellas; por lo que se inclinaba ligeramente hacia adelante), alzó la mirada para confrontar a la retadora; clavándola en los ojos ambarinos que lo escrutaban con el odio que los defensores del bien reservaban para seres como él, dignos representantes de lo malévolo y abyecto. Tenía motivos sobrados para sentirse orgulloso de sus méritos en ese rubro.

Vaya, vaya.

[code][cont.][/code]
Fl1558148 · M

[code]Flashback[/code]
¿Cómo fue posible tan flagrante intromisión? La sorpresa y el deleite se reflejaron a partes iguales en los ojos de Flauros, cuando ella llegó hasta aquel rincón privado de su guarida, incólume, desafiante; con espada en ristre y claras intenciones de clamar como suya la cabeza del Duque de Malebolge. Sabía que las defensas del castillo estaban arriba, y no había escuchado el menor rastro de alerta desde las almenas, o conmoción al interior; así pues, solo podía ser obra de la magia, o de algún fallo inadvertido en la seguridad prevista por sus consejeros y él para mantener a salvo a su gente. De cualquier forma, aquello representaba un reto interesante.

[code][cont.][/code]
N1559333 · 26-30, F
Cuanto quisiera haberlo logrado ‒Mencionó aprovechando el momento de sinceridad que su "amo" le había concedido en un intento de ser generoso... o algo parecido, su mirada se clavó en la ajena, su ceño se frunció profundamente pero su cuerpo no podía moverse, no tenía permitido atacar al duque bajo ninguna circunstancia.

Su mente viajó a ese momento del pasado, a esa primera vez que se encontraron cuando ella invadió los aposentos ajenos buscando solo poner fin a la vida de aquel infernal ser.‒

Add a comment...
 
Send Comment