Ah, no pudo ser mejor dicho, Astaroth. Bienvenidas sean tus fuerzas, y dejemos que el baño de sangre comience: nadie podrá subyugarnos en nuestro justo reclamo por los despojos de la guerra.
[med]-Sin duda, a final de cuentas no es una gran coincidencia nuestro parecido. Ya hemos surgido del mismo vientre infernal, aquel pozo de pecado que nos hizo surgir como duques entre tantos deseando ese poder.[/med]