« Back to Album · Next »
Тяжелая жизнь.
 
Newest First | Oldest First
—Se había quedado con muchas palabras en la boca, y sabrá Dios hacía donde debía ir o decir. No podía impedir que la mujer se fuese así ¿por qué es que el destino le posaba esa vida de lagrimas cada vez que hablaba con una? Entendía de sus pecados, pero aún así, no podía evitar sentir las campanas de la culpa como si fuesen las olas del mar. Negó, nada más, no podía entenderlo— Está bien, Katja Sokolova. No te metas en problemas.
SarahFortune1581110 · 18-21, F
— ¡Lo sabrá! Pronto. Ahora debo irme a hablar con Ignis lo más pronto posible. — ¿Qué había pasado? Ahora que me había dicho que era una bruja podía agregar la carreta como si nada, incluso levantar a los caballos de su cansancio. En unos minutos pasó por su lado. — Espere noticias mías, Fedía Krasílnikov, volveré a darle ese preciado regalo.
—Ni sabía bien que estaba ofreciendo, más estaría traicionando sus principios como soldado de no ayudar a alguien cuando lo necesitase. Claro es que ni pensaba realmente en que las brujas existiesen o la magia, más bien pensaba que era una chamana que se alejaba de los cultos católicos. Él simplemente asintió, sin entender la emoción ajena. Fedía no entendía bien el cariño, menos con una mujer, que aunque claramente plebeya, tenía la misma estima que si fuese una dama de alta familia— ¿Un pequeño detalle dice? No entiendo. No hace falta nada, usted ha ayudado mucho. Yo estoy realmente agradecido.
SarahFortune1581110 · 18-21, F
Fedía hacia que se le llenara de felicidad el rostro, sus ojitos brillaban ante lo que le estaba ofreciendo, protección. — Hablaré con Ignis, Fedía. Nunca me había sentido tan agradecida con alguien y creo que ahora lo que hice para usted tendrá más significado. La próxima vez que nos veamos, será porque tengo un pequeño detalle. Se ha ganado para siempre mi estimación y admiración, su condición de no juzgar me ha robado el corazón.
Bueno, se encuentran en protección de la Tercera División de Húsares ¡Hurra! A ver si se atreven. —Mencionó con una firmeza tradicional, la más usual de los miembros de la caballería imperial. Sus ojos centellaban esa emoción irremediable de soldado. No quería verle llorar ¿más como darle consuelo a una dama en una situación así?— Nadie les tocará ni un pelo, promesa de buen hombre.
SarahFortune1581110 · 18-21, F
—Nunca la habían hecho sentir así de aceptada alguien que no fuese como ella, así que definitivamente no pudo contener las lágrimas de felicidad ahora sí. Sollozó un poquito. — Mi maestra tiene enemigos entre los de nuestra clase... Así que no falta mucho para que vengan a por ella. Pero prefiero morir peleando a su lado.
¡¿Una bruja...—Pensó en voz alta, sabía poco y nada. Baba Yaga, cuentos para niños, nada más. Negó, negó una y mil veces mientras la zarandeó apenas si un pie de distancia hasta que le soltó. Se cruzó de brazos, observándole fijamente— ¡¿Y que diantres mi importa?! Ayudaste a un soldado que ya no sentía deseos de vivir... y también ayudaste a un capitán. Si eres leal a esta tierra llena de mujiks y de vosdriovis, da igual lo que seas, siempre serás Katja para mi.
SarahFortune1581110 · 18-21, F
—De verdad se estaba tragando las ganas de llorar, Fedía sabía dónde vivían, si se llegase a enterar de lo que eran ¿Cómo iba a reaccionar? — Fedía... —sus ojos se clavaron en los ajenos, por un segundo. Podía hacerle un hechizo y que se olvidara de ella, pero no quería que olvidara a quien le entregó su peonia. — Yo... Soy una bruja.
Entonces...—No quedaban más opciones, no conocía a los enemigos de la fe, no conocía otra cosa que no fuesen los soldados: Seguridad externa e interna. No le soltó, claro que no, todo menos eso— No ira a ningún sitio, Katja. Por favor, confíe en mi.
SarahFortune1581110 · 18-21, F
¡Espías no! Somos leales a la tierra donde vivimos. — negó, aunque el tacto del Húsar sobre sus hombros le hacía no poder desviar la mirada ni ocultarla de él. — Fedía es que usted es tan recto... Jamás. No, debo irme. Perdóneme por incomodarlo.

Add a comment...
 
Send Comment