*Le ardían los pulmones de respirar con tanta fuerza y frecuencia, no estaba acostumbrada a correr distancias tan largas pero hizo el mejor esfuerzo que pudo para poder desplazarse tan lejos como pudiese del hotel en que estaba hospedada, se sentía algo mal de tener que escapar de esa manera, pero era la única forma en que podría conocer esa enorme ciudad que le causaba tanta curiosidad. Comenzó a aminorar el paso poco a poco, varias gotas de sudor le escurrían por la frente mientras ella poco a poco dejaba que su vista cediera y finalmente se posara adelante, justo en el momento en que su hombro se topó con el de alguien más.*
L-lo siento... Mucho.
*Dijo entrecortadamente mientras recuperaba el aliento, hizo una pequeña reverencia ante el joven a manera de excusa y decidió recostar la espalda a un lado de la máquina de refrescos, levantando el rostro para dejar que el aire le acariciara mientras su tórax poco a poco iba logrando recuperar la frecuencia normal*
¿P-podría decirme en que calle nos hallamos?
*Cuestionó con la voz un poco más repuesta, se enjugó el sudor de la frente con un pañuelo de seda que extrajo de uno de los bolsillos de la gabardina y luego decidió retirarla de sus hombros momentaneamente para refrescarse un poco.*
