Yo tampoco le diré a nadie. -Responde al secreto de verlo como humano, le sonrió nuevamente con amabilidad y alegría.-

las costumbres de can siguen en el, asi que mueve la cabeza totalmente curioso, pero después pone la mano sobre su cabeza sonriendo amable. —Gracias Ela, no le diré a nadie

La verdad es que solo tu las haz visto y tocado.. -No le molestaba la cercanía ajena sin embargo le daba vergüenza pedirle que continuará con las caricias.-

Sigue tocando, ya que le gusta la sensacion y sonrie al ver su cara tan emocionada, soltandola para no molestarla. –Si y eso puede ser peligroso, no le muestres a nadie tus orejas

-Sus orejas eran muy suaves como de algodón, le miraba con ojos brillantes al escucharlo.- ¿De verdad?

Se acerca y se asoma viendo su rabito moverse lo cual lo hace mirar con curiosidad, pero toca sus orejas de conejo, para ver que tan suaves son. –Eres llamativa de esta forma

Son especiales. -Agita también la cola y sus orejas.-

Mueve las orejas, mientras agita la cabeza un poco –Si

Me gustan estos momentos.. Y a ti?

–Estamos iguales