-Termino de comer todo lo que su madre le había puesto en el plato y dejo que le limpiará aunque con sus palabras la hizo sonrojar y reírse con evidente alegría.-

Limpiaba con suavidad la comisura de sus labios, limpiando esas migajitas que quedaban en su rostro. ── No te disculpes amor mio, tu eres perfecta asi con todo y tus mejillitas de conejito.

Encantada se encontraba de ver como su pequeña se alimentaba ¿como podría encontrar felicidad en algo tan simple? Viviana apreciaba cada uno de los momentos que experimentaba con sus seres amados desapareciendo por completo cualquier ápice de momentos amargos, es mas estaba rogando que el tiempo nunca avanzara y se quedara así al menos un poco.

L-lo siento mami..

-Se avergonzó pero no por ello dejo su orgullo de damita, continua comiendo está vez con más calma, mirando a su madre, su más grande amor en todo el mundo.-

Si mami

-Tomo asiento para comenzar a comer con calma igual casi devorando todo lo que había en el plato de comida que le había dado su madre.-

Muy bien mami.

-Responde con una sonrisa en los labios rascandose uno de sus ojitos.-

Dándole un beso en la frente, se dirigía en la hacia la cocina donde le había preparado algo ligero pero sabroso para recuperara mas sus energías.

── Dormiste bien mi pequeña Fio.

Mami. -Se aferra al cuerpo de su madre después de haber dormido casi todo el día.-