Mi osito... - Le decía con un toque meloso y seductor, relamiendo lleno de deseo y ansias de su amado su erguida y pálida erección entre sus labios, usando una mirada lujuriosa para contemplarle. Se separó un momento de él, para sostenerle de su cintura y posicionarle mucho más cerca de su oscura pelvis, uniendo así su sexo con el de su pareja. Usando una de sus manos, junto ambas erecciones y comenzó a masajearlas entre sí, para después acercar su rostro nuevamente al torso del contrario, besándole y lamiendo toda su piel, sin cesar de tocarle ni de tocarse a sí mismo a la vez. -
Su cuerpo, como siempre, se encontraba completamente sensible ante la deliciosa felacion que le estaba dando su amante, necesitaba mucho mas de Fabio, pero podia ser paciente al menos por un tiempo limitado. Su boca soltaba roncos gemidos, sus caderas moviendose contra el rostro del menor una y otra vez buscando que aumentara la velocidad.
- Mh!
Y lo habia logrado, el contrario habia aumentado la intensidad de sus movimientos, logrando mucho mas placer en el sensible cuerpo de Árni en lo que sujetaba los cabellos del moreno dejandole mover su cabeza ran rapido como quisiera.
... - Amaba escuchar la agitada respiración de Árni, sus expresiones de placer en su rostro y sus sensuales gemidos cada vez que tenían este tipo de encuentros, por lo que siempre se tomaba su tiempo para otorgarle con detalles todos los estímulos que su amado artista necesitaba, para saciar sus deseos. -
- Succionaba la erección de su amante con delicadeza y firmeza. Poco a poco, la rapidez e intensidad fueron en aumento, humedeciéndole con su saliva y dejándole tiernas y estimulantes caricias usando el filo de sus dientes, sin llegar a lastimarle. - Mmmmm...
Le responde al escuchar la estruendosa risa del estudiante, frunciendo un poco el ceño aunque mas por verguenza que por real molestia de su parte. Sin embargo pronto se deja caer hacia atras una vez siente los besos finalmente aterrizar donde tanto deseaba ser tocado, alzando solo la cabeza para poder mantener contacto visual en lo que avanza la felacion, suaves jadeos escapandose de sus separados labios.
-Se siente malditamente bien...
Susurra, aunque lo suficientemente alto como para que le escuchara desde donde estaba, mordiendose el labio inferior de lo bien que se estaba sintiendo todo.
¡Jajajaja! - Su estruendosa carcajada rompió por unos segundos la intensidad del momento entre ambos, pero la protesta de su amante le causó bastante gracia, no pudiendo aguantar sus carcajadas, a pesar de que Árni le había sujetado de la cabeza. - Muy bien, osito...
- Al acercar su rostro a la entrepierna de su amado, comenzó a ofrecerle pequeños besos a dicha zona, para luego continuar con la tan deseada felación. Mientras le succionaba y le extraía la erecga hombría de Árni de su cavidad bucal, le miraba con deseo con esos intensos ojos azules, sin dejar de acariciar la piel de su amante con sus colosales palmas. -
Iba estremeciendose cada vez mas, aquellos besos le estaban volviendo loco, pero peor le pone el saber que estaba evitando su falo a proposito, removiensose debajo de el deseoso, gruñendo de desespero
- Fabio, deja de jugar y tocame de una vez.
Le pide con voz exigente, pasando la mano por su cabeza queriendo atraerlo hacia donde deseaba que realmente le tocara.
Cada vez suenas más exigente, bebé: No sabes lo que me excita eso de ti... - Liberó los brazos de Árni, para así llevar sus propios brazos a la cintura y las piernas del joven cantante.
- Sus besos fueron bajando al abdomen, el vientre y hasta llegar a la entrepierna ya desnuda del pelimonocromo. Pero antes de otorgarle una felación, que sabía que Árni lo anhelaba, quiso torturarle primero al masajear, besar y mordisquear con amor los muslos de su amante, deseando verle retorcer y suplicar de placer. - Ñomñomñom.~
Toma mas de mi entonces... tomalo todo... - le pide, durante el sexo se volvia alguien completamente diferente con el menor. Lo deseaba y se lo demostraba, retorciendose debajo de el ante las maniobras con su lengua y labios, soltando necesitados gemidos- Fabio... Dios dame mas...
No solo me gusta lo que veo... Me gusta lo que toco y lo que puedo saborear de tí, bebé. - Le aseguró con un tono profundo al hablar. Descendió hasta el pecho de Árni, depositando con sus labios y lengua tiernos besos y largas lamidas.
