— Puedo comprender eso pero, ¿de qué como puedo reformarlos? Quisiera ofrecerles una buena vida en Xeivia y oficios dignos pero mi consejero dice que es probable que huyan y sigan cometiendo fechorías. Tengo que pensar en un modo, quizá darles una sentencia de pasar un tiempo en el calabozo.
— Entiendo la situación y su dolor, Princesa. La vida debería ser consagrada y preservada por lo que es: una bendición. Pero, si algo he aprendido es que la justicia no siempre es pagar con la misma moneda. A veces en la transacción "una vida por una vida" se pierde más de lo que se gana. Y los malhechores pueden retribuir a la comunidad y al mundo mejor cuando están vivos.
— Han robado más criaturas de forma clandestina. ¡Las asesinan y usan para sus fines egoístas! Comprendo que mis guardias y soldados están al tanto y atraparon a los ladrones pero me parte el alma que hagan eso... Siendo seres tan puros... Ahora tengo que decidir si he de matar a los malhechores pero, por alguna razón, tampoco me parece la salida. Es como un gran círculo de odio... ¿Qué haría usted en mi posición, Rey?
