— Nuestras diferencias y pasado manchado por traiciones y de sangre inocente derramada, son razones suficientes para disminuir los deseos de socializar con los Terrestres, mi Lady. Sin embargo, soy respetuoso de las reglas y de los acuerdos de paz, a menos que hayan beneficios significativos para mi Reino. Cosa que, desafortunadamente, tu Rey no hay tenido los cojones suficientes para colaborar en ello. — Le respondió en tono mordaz, arqueando una ceja.— ¿Por qué tú y la víbora ocultan a Siro de mí? ¿Qué planea ese maldito?

La mujer entornó los ojos por la poca disposición a un ambiente más ameno entre ellos, sin embargo no perdía la sonrisa. Alzó ambas manos en señal de rendirse, aunque lo que menos sentía era intimidación por el cargo del águila. —No esponje sus plumas, alteza, solo fue una pequeña broma. No sabía que las aves tenían tan mal humor.— Suspiró con falso pesar. —Para ser alguien de la nobleza, no es muy sociable que digamos. ¿No es así? Si hubiera querido causar una guerra ya lo habría devorado en un parpadeo, pero seguimos aquí.— Se encogió de hombros restando importancia a su propio comentario.

— ... — Escuchó aquella broma por parte de la joven zorro, frunciendo su ceño por completo y girándose para verla. — En plena tregua temporal, esa clase de chistes de mal gusto se pueden catalogar como un rumor de guerra. ¿Acaso no es algo básico en el lenguaje militar, Lady Inari? — Preguntó con ironía, manteniendo su seriedad y poca voluntad de ser amable con ella.

—Es porque ya nos comimos a todos, su alteza.— Comenta la traviesa kitsune que estaba paseando, estaba realmente aburrida.(?)